Conocida popularmente como “Plano Oriente”, nombre con el que inició hace más de 90 años el barrio, es el primer asentamiento humano de Cajeme
Por: Oviel Sosa
Mirando las vías del ferrocarril, la señora Carmen Molina Luzanilla expresó con nostalgia “Aquí crecí”, al referirse a la colonia Benito Juárez, un barrio que encierra historia y tradición, ya que es la primera colonia de Ciudad Obregón.
La señora, de 81 años de edad, compartió que su papá llegó a esta ciudad proveniente del estado de Chihuahua, quien trabajó como cargador en uno de los molinos que se establecieron en la década de los 20, y los cuales emplearon a cientos de personas que encontraron en Obregón una tierra fértil.
ANTECEDENTE
Al extenderse las vías férreas, en el año 1906 por parte de la compañía Sud Pacífico con la idea de abarcar más territorio, eso generó que se conectara el Valle del Yaqui con el Mayo, lo que provocó una gran movilidad de mercancía y gente que no sólo venía proveniente de otros estados de la República Mexicana, sino de distintas partes del mundo.
CASA CON HISTORIA
En 1907 se trajo una vivienda desde Empalme que funcionaba como estación y en la cual vivió don Lauro Servín de la Mora, quien trabajaba para Ferrocarriles Nacionales.
En aquellos años, el frente de la casa daba hacia las vías. La vivienda significó la primera casa de Ciudad Obregón y se ubica en la actualidad en la calle Obregón, entre Guerrero y No Reelección, dentro de la colonia Benito Juárez.
SURGE EL “PO”
Esta construcción marcó un rumbo importante para el crecimiento de Ciudad Obregón, porque con la movilidad de mercancía y personas que se desplazaban en los furgones del ferrocarril, la zona empezó a poblarse; fue así como en la década de los 20 surgió la primera colonia de Ciudad Obregón.
El primer asentamiento humano de Ciudad Obregón saltó a escena con el nombre de Plano Oriente; después, en los 80 fue bautizada como Benito Juárez, siendo este su nombre oficial, aunque de manera popular la gente la sigue nombrando “Plano Oriente” o “PO”.
Ingresar a la colonia Benito Juárez y pisar sus calles es adentrarse a la historia que fincaron hombres y mujeres de la clase trabajadora, que forjaron sus viviendas con esfuerzo y sudor, tras cumplir extenuantes jornadas laborales.
PRIMERAS VIVIENDAS
Una de las primeras casas que se construyeron en la colonia Benito Juárez se encuentra en la esquina sureste de la calle Obregón y Mina. En ella vive María Josefina Flores, de 73 años de edad.
“Mi papá, de nombre Francisco Flores, vivió 100 años. Fue de los primeros pobladores del ‘PO’. Era originario de Batacosa, Sonora”, dijo con orgullo la señora.
La vivienda, con más de 90 años conserva sus paredes originales, hechas a base de adobe, pero con el paso del tiempo la fachada se ha ido deteriorando. El diseño del techo está basado en la corriente arquitectónica clásica llamada tejado a dos aguas, el cual está cubierto de aluminio. Su estampa hace que la morada sobresalga de los demás hogares que se encuentran a su alrededor, los cuales dibujan una fisonomía que sobresale del contexto que invaden las construcciones de la nueva civilización.
DIMENSIONES DEL PO
De acuerdo con un estudio de mercado realizado por la empresa Predik Data Driven, la colonia Benito Juárez abarca 130 hectáreas en las que cuales viven alrededor de cinco mil personas.
CUADRANTE
En la parte poniente la colonia Benito Juárez inicia en la calle José Ángel Santillán, la cual se extiende al oriente, hasta la calle Cárdenas o Independencia, mientras que en la parte norte limita con la calle Cuauhtémoc y en el sur se extiende hasta la calzada Francisco Villanueva.
Además de las viviendas añejas, que proyectan un paisaje trazado por la nostalgia al tener a cuestas más de 80 años, en la colonia Benito Juárez se pueden encontrar edificaciones emblemáticas, como la iglesia de Santa Teresita, que está ubicada por la calle Juárez y Fructuoso Méndez, entre otros inmuebles alimentados por una rica historia.
MUJERES DE LA VIDA GALANTE
Incluso, por muchos años en “Plano Oriente” se localizó la zona roja, en donde mujeres de la vida galante ofrecían sus caricias a cambio de dinero, algo que plasmó un escenario peculiar, impregnado por el oficio más añejo del mundo.
En la actualidad, desplazarse por la colonia Benito Juárez es toparse con muchos espacios invadidos de basura, baches y calles donde afloran aguas negras, algo que mancha la imagen de la colonia más longeva de Ciudad Obregón.
A pesar de ello, en ciertos sectores los vecinos se dan a la tarea de conservar limpios sus espacios y camellones que los decoran y mantienen aseados.
Es así como la colonia Benito Juárez encierra matices llenos de tradición, en donde el pasado converge con el presente y ofrece un panorama singular que distingue al “Plano Oriente”, al ser la madre de todas las colonias de Ciudad Obregón.