El estudio realizado por la Procuraduría revela cuáles son las mejores marcas para el consumo regular, además de emitir una serie de recomendaciones
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
En las cocinas de todo el mundo, el aceite comestible es un ingrediente esencial para una gran variedad de preparaciones culinarias. Ya sea para freír, asar o guisar, los consumidores siempre están en busca de alternativas más saludables.
Afortunadamente, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha facilitado esta tarea al proporcionar una serie de recomendaciones basadas en un estudio exhaustivo sobre la calidad de los aceites vegetales comestibles disponibles en el mercado mexicano.
ESTUDIO A ACEITES VEGETABLES REALIZADO POR LA PROFECO
El estudio de calidad coordinado por la Profeco, en conjunto con el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, analizó 61 marcas de aceite vegetal comestible. Este esfuerzo destaca la importancia de conocer los componentes de los aceites, especialmente en un país como México, donde el 42 por ciento de la población sufre de niveles altos de colesterol, y el consumo promedio de aceite per cápita es de 10 litros al año.
El análisis incluyó diversas versiones de aceites de cocina, desde marcas de prestigio hasta las comerciales de cadenas de supermercados. Los criterios principales de evaluación fueron los ingredientes de origen, las grasas aportadas y su función como nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
¿CUÁL ES EL MEJOR ACEITE DE CANOLA, SEGÚN LA PROFECO?
Tras la evaluación detallada, la Profeco ha identificado las marcas más recomendadas de aceite de canola disponibles en la República Mexicana. Estos aceites no solo cumplen con los estándares de calidad, sino que también ofrecen beneficios saludables. Las marcas destacadas son:
- Valley Foods
- Vita
- Capullo
Por último, es importante destacar que para aquellos interesados en conocer más detalles sobre el estudio y las especificaciones de cada marca, se recomienda consultar el informe completo disponible en el sitio web de la Profeco, o bien, a través de la Revista del Consumidor.
