En Navojoa donde se carece de cronista, se propuso la creación de un Consejo de la Crónica e Historia Municipal propuesto por el Seminario de Cultura
Por: Gerardo Armenta
El 5 de junio de 2009 se produjo en Hermosillo una tragedia de proporciones devastadoras por el dramatismo y la proporción de sus terribles alcances. Imposible no recordar los hechos. Todo ocurrió en una mal llamada Guardería ABC, que prácticamente hablando no era más que un remedo de bodega.
La magnitud de lo ocurrido en ese lugar fue terriblemente dolorosa: murieron 49 niños y niñas en un terrible incendio que nadie de quienes pudieron hacerlo fue capaz de atisbar y enfrentarlo en sus primeras e inmediatas manifestaciones. Han pasado 15 años de esta dolorosa y desgracia imposible de olvidar para la opinión pública estatal y nacional.
No en balde un suceso como el descrito es recordado con pesar como la tragedia más grande de México. Como bien se recuerda, la Guardería ABC era una estancia infantil subrogada, dicho sea con todo lo que implica tal singularidad. Un infausto suceso como el que se comenta, llama la atención precisamente por la dolorosa evidencia de sus inocentes víctimas. ¿Dónde estaban o qué estaban haciendo antes de que empezara el siniestro quienes tenían bajo su responsabilidad la custodia total de las niñas y los niños que perdieron la vida apenas al despuntar su existencia?
Es obvio que preguntas del tenor anterior fueron formuladas y contestadas o no en los momentos judiciales o particulares posteriores a la infame tragedia. En esta vertiente cabe considerar que, el paso de los años, no ha servido para ejecutar sentencias judiciales en relación con lo sucedido en la Guardería ABC, lo que, para decir lo menos, se antoja verdaderamente increíble.
En relación con un estado de cosas como el anterior, en uno de los actos organizados en recordación de lo ocurrido hace 15 años en la guardería hermosillense, se pidió ejecutar sentencias que todavía están pendientes en el respectivo juicio que se lleva a cabo. Pero un añadido al respecto es el siguiente: por sobre los años transcurridos desde que ocurrieron los hechos que se comentan, hasta ahora no hay ninguna persona señalada como responsable que esté en la cárcel.
Así lo dijo una oradora que participó en uno de los eventos organizados en la fecha conmemorativa de lo sucedido. Ésta parecería una siniestra tomadura de pelo: 15 años han pasado y todavía no hay nadie en la cárcel como responsable del bárbaro y criminal descuido que propició el incendio en la Guardería ABC. Asombra e indigna esta lentitud en la marcha justiciera ¿O acaso será que el incendio se produjo por sí solo, es decir, sin indolencia o irresponsabilidad personal de nadie? Nunca sería creíble una versión de esa naturaleza.
Por otro lado, vale señalar que en Navojoa de nueva cuenta salió a relucir el tema que tiene que ver con la carencia de un cronista municipal. Como recordará le lectoría, el asunto ha venido comentándose cada cierto tiempo en los últimos meses. Pero hasta ahora, lo que sea de cada quien, no ha sido posible llegar a ninguna parte.
Se mantiene en pie lo evidente, es decir, que la existencia de un cronista no puede ser algo perjudicial o negativo para Navojoa, sino todo lo contrario. No procede plantear siquiera una eventualidad tan ingrata. Sin embargo, la novedad al respecto está en una propuesta reciente formulada por el Seminario de Cultura Mexicana, Corresponsalía Navojoa-Región del Mayo, presidido por el maestro Jorge Guadalupe Pacheco Fabela.
La idea es crear un Consejo de la Crónica e Historia Municipal. Tal sería su denominación oficial, que no se oye mal, lo que sea de cada quien. El planteamiento surgió en el Taller Crónica y Esquemas de Organización de Cronistas. En este evento se dijo que la propuesta se encaminaría a fortalecer la identidad y memoria histórica de la comunidad local.
De esta manera, el maestro Pacheco Fabela dijo que ya es necesario contar en Navojoa con el Cronista de la Ciudad, pero, aclaró, acompañado del Consejo de la Crónica e Historia. Insístase en que planteamientos como los anteriores son interesantes. Sin duda. Pero lo que procedería ahora es tratar de formalizar en hechos la estructura en que descansaría el quehacer de la crónica municipal.
Oficialmente las autoridades municipales no han dicho mayores palabras al respecto, aunque sí existe constancia de que tienen interés en el tema. Pero importa considerar que ahora la novedad estriba en que eventualmente podría tratarse de un Consejo de la Crónica e Historia Municipal, más que de un cronista un tanto en soledad.
Sin embargo, vale reiterar que la anterior es una propuesta, no una definición formal. Corresponderá al gobierno municipal resolver o definir lo conducente. El hecho es que no se pierda de vista la necesidad de que la historia de Navojoa no deje ser contada por escrito. El de hoy parecería un buen tiempo municipal, administrativo o político, para que se tomen cartas en el tema que tiene que ver con la hechura de la crónica municipal.
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