¿Porque las parejas se parecen entre sí? Esto dice la ciencia

Este fenómeno se ha atribuido al tiempo que las parejas pasan juntas, pero investigaciones recientes sugieren una explicación mucho más compleja

Por: Luis Valenzuela

La cuestión de por qué algunas parejas terminan pareciéndose físicamente ha intrigado a psicólogos y científicos durante décadas; aunque tradicionalmente se ha atribuido este fenómeno al tiempo que las parejas pasan juntas, investigaciones recientes sugieren una explicación mucho más compleja y fascinante.

Desde una perspectiva evolutiva, la atracción por lo familiar y la genética parecen jugar roles determinantes en la formación de parejas que comparten características físicas, estudios modernos han desafiado la noción de que la semejanza física es simplemente el resultado de años de convivencia.

Investigadores como Pin Pin Tea-makorn y Michal Kosinski, de la Universidad de Stanford, proponen que las personas tienden a sentirse atraídas inicialmente por individuos que exhiben rasgos físicos similares a los propios.

Esta atracción inicial puede ser inconsciente pero profundamente arraigada en la búsqueda de familiaridad y seguridad emocional, como explica el psicólogo Justin Lehmiller en su obra "Tell Me What You Want".

Además de la atracción por lo familiar, la genética desempeña un papel crucial en la selección de pareja, estudios realizados por la Boston University y la Universidad de California han revelado que las parejas con antecedentes geográficos similares tienen más probabilidades de unirse, lo que sugiere una predisposición genética hacia la semejanza física.

Este patrón se refuerza aún más por la tendencia, observada en estudios previos, de que algunas personas buscan parejas que se asemejen físicamente a uno de sus progenitores, lo que refleja una búsqueda inconsciente de confort y familiaridad.

CONVERGENCIA FÍSICA Y EMOCIONAL ENTRE PAREJAS

Las investigaciones han demostrado que parejas con hábitos de vida similares, como la práctica de deportes o patrones alimenticios, no solo tienden a desarrollar sistemas inmunológicos parecidos, sino que también experimentan una mayor afinidad y atracción mutua.

A lo largo del tiempo, la convivencia y la interacción diaria contribuyen al mimetismo en gestos y expresiones entre las parejas.

Este fenómeno, observado por estudios en la Universidad de Ámsterdam, puede alinear las personalidades y actitudes de las parejas, aumentando la percepción de similitud entre ellas. Aunque la similitud inicial es significativa, las parejas de larga duración también muestran una evolución conjunta que fortalece su vínculo emocional y su conexión física.

Así que, la semejanza física entre parejas es un fenómeno multifacético influenciado por una combinación única de factores genéticos, atracción por lo familiar, estilo de vida compartido y convergencia emocional a lo largo del tiempo.

A medida que la ciencia continúa explorando este fascinante tema, queda claro que tanto la similitud inicial como la evolución conjunta juegan papeles cruciales en la percepción y la estabilidad de las parejas a lo largo de sus relaciones.

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