Con estos sencillos consejos podrás hacer que tus sartenes se conserven en óptimas condiciones por mucho más tiempo
Por: Luis Valenzuela
La preparación de los alimentos puede llegar a convertirse en un arte, y para llegar a lograrlo es indispensable contar con los utensilios de cocina adecuados y por supuesto que en las mejores condiciones, es por eso que aquí te brindaremos unos sencillos pero muy útiles consejos para su cuidado.
Es recomendable que antes de usarlos por primera vez los laves con agua, jabón y una esponja suave para evitar dañar el material antiadherente, después de esto deberás secarlos con una servilleta de papel o paño muy suave.
Luego lo podrás colocar sobre la estufa y calentarlo a fuego medio, agregando una capa delgada de aceite y esperar por algunos dos minutos para que caliente bien el aceite. Al haber transcurrido este tiempo vuelve a limpiar tu sartén con paño o papel de cocina.
Este proceso lo deberás de repetir cada cierto tiempo para mantener las características del antiadherente en las mejores condiciones.
También se recomienda no dejar sucio el sartén por mucho tiempo después de haber cocinado, para evitar que se le peguen los restos de comida, ya que así será más fácil limpiarlo con un menor esfuerzo y sin dañar la película antiadherente.
Recuerda que debes evitar el uso de estropajos metálicos, ya que dañarán la superficie del sartén, así que en caso de no poder lavarlo de inmediato puedes dejarlo en remojo para que los restos de comida no se peguen al sartén y así cuando lo laves batallarás menos para dejarlo limpio y sin dificultades.
Al cocinar evita el uso de utensilios de metal, ya que estos son la principal causa del daño en el material antiadherente en los sartenes, procura utilizar las palas y cucharas fabricadas a base de silicona o madera, así evitarás ralladuras, prolongando la vida útil de tu sartén.
También al cocinar debes evitar que se caliente de más la superficie del sartén, utiliza el fuego medio o bajo, si expones el sartén o cacerola a temperaturas por arriba de los 240 grados centígrados, deteriorarás la superficie e incluso puedes ocasionar severos daños a la salud tuya y de tu familia.
