La afectada señala que durante dos meses consecutivos le han llegado cobros exorbitantes de energía eléctrica, por lo que pide una pronta solución
Por: Ofelia Fierros
Mauricia Silva, una adulta mayor se encuentra en una situación desesperada tras recibir dos recibos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Mexicali,Baja California, que suman un total de 28 mil pesos.
Esta cifra resulta sorprendente para ella, ya que normalmente pagaba entre 600 y mil pesos mensuales por el consumo eléctrico en su hogar.
Según información de El Imparcial, el primer recibo, correspondiente al consumo de junio, llegó con un monto de 10 mil 400 pesos. Al principio, la señora Silva pensó que se trataba de un error y que el monto real era de 1,400 pesos. Sin embargo, al acudir a las oficinas de la CFE para aclarar la situación, le confirmaron que el recibo era correcto y que debía pagar la cantidad total.
La Comisión le sugirió realizar un convenio para abonar el monto, pero la señora Mauricia aún no ha podido saldar este primer recibo.
Para su sorpresa, el recibo del consumo de julio llegó con un monto aún mayor: 18 mil pesos. Esto significa que actualmente debe casi 30 mil pesos a la CFE.
La única solución ofrecida por la empresa es otro convenio de pago en abonos, con posibilidad de extenderse hasta seis meses, pero Mauricia busca una revisión exhaustiva del medidor y una tarifa más justa.
Mauricia vive en una casa de dos recámaras en un fraccionamiento cerca de la colonia Granjas Santa Cecilia. Su hogar cuenta con tres refrigeradores y algunos artículos electrónicos, pero ella asegura que estos electrodomésticos no están en funcionamiento continuo y solo viven dos personas en la casa.
“Me cuesta creer que tengo que pagar porque mi casa es chica, tengo tres regeneraciones, pero no están prendidas a la vez ni todo el día y solo vivimos dos personas ahí” expresó Mauricia.
La señora Silva rechaza la idea de firmar otro convenio, ya que considera que esto implicaría aceptar los montos exorbitantes que le están cobrando. Ella insiste en que el consumo facturado no es el real y está dispuesta a seguir visitando las oficinas de la CFE hasta obtener una respuesta justa.
“Yo no me niego a pagar la luz, pero lo que quiero es que me cobren lo justo y voy estar viniendo a las oficinas hasta que me den una respuesta, si me da miedo que me la corten con el calor que está haciendo”, refirió la afectada.