La escasez laboral que enfrentan algunas empresas no refleja insuficiencia de personas en edad de trabajar, se debe a otras condiciones
Por: Moisés Gómez Reyna
México es un país de enormes contrastes y su mercado laboral no parece ser la excepción. Pese a que sabemos que hay un alto número de trabajadores informales y personas subocupadas o desempleadas, por increíble que parezca, en este momento uno de los principales problemas que enfrentan las empresas del país es la dificultad para cubrir vacantes. Recientemente la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), realizaron un análisis sobre la falta de personal en las empresas y acerca de la población en edad de trabajar que no está siendo aprovechada en el mercado laboral. De este análisis se desprendió que el principal reto laboral para las empresas del país es la insuficiencia de personal. De acuerdo con una encuesta aplicada a empresas afiliadas a Coparmex, el 75% considera que su problema principal está en la dificultad para cubrir vacantes, la escasez de trabajadores calificados o la rotación de personal. El informe concluye que el problema de escasez laboral enfrentado por algunas empresas en el país no necesariamente refleja una insuficiencia de personas en edad de trabajar, sino que se debe a otras condiciones que inhiben la entrada de la población al mercado laboral. De acuerdo con Coparmex e IMCO, en México hay más de 10 millones de personas que, a pesar de estar en edad de trabajar y tener potencial para hacerlo, no se encuentran ocupadas y no aportan su talento a la economía. Este grupo, detalla el análisis, incluye a 2 millones de personas desocupadas, 2.6 millones de personas que no participan en la economía por encontrarse en un contexto que se los impide, y 5.8 millones de personas disponibles para trabajar pero que no participan en la economía por falta de incentivos. Los resultados muestran que los adultos jóvenes y las mujeres son los grupos poblacionales con potencial para integrarse en mayor medida a la economía. De hecho, más del 80% de las personas que no participan en el mercado laboral, pero tienen disponibilidad para hacerlo, son mujeres que se dedican a los quehaceres domésticos, y quienes consideran que sus posibilidades de encontrar un empleo son bajas. Por otra parte, dentro de la población desocupada, quienes renunciaron a su empleo anterior señalaron dentro de sus razones el deseo de recibir una remuneración mayor, así como un deterioro en las condiciones de trabajo, señala el documento. Además, el estudio encontró que un 30% de la Población No Económicamente Activa Disponible tiene, como mínimo, estudios de preparatoria terminados, por lo tanto, el nivel educativo de esta población puede ser un factor que explica la percepción que tienen sobre sus bajas posibilidades de encontrar empleo. En conclusión, la Coparmex y el IMCO reconocen que, para formar una economía más competitiva, con la capacidad de atraer y retener talento, es fundamental ofrecer empleos que cumplan con las necesidades de las trabajadoras y los trabajadores. Además, factores como la flexibilidad en el trabajo, el ofrecer apoyo a cuidados infantiles y el incremento de la cobertura educativa, también pueden impulsar una mayor participación laboral de la población, sobre todo de mujeres y jóvenes. Alcanzar estos objetivos permitirá que el mercado laboral aproveche en su totalidad los esfuerzos y las habilidades de la población en edad de trabajar, lo que detonará un mayor desarrollo económico. Pero lograr todo esto no sólo resultará en beneficios para la economía, va mucho más allá, ya que podría ser un catalizador para alcanzar mejoras sustanciales en la calidad de vida de millones de mexicanos. Twitter: @GomezReyna