Si se saben diestros en el ataque e informados por tareas de inteligencia, ¿por qué esperar a que los abrazos ya fueran insuficientes?
Es tanta la desconfianza en los gobiernos, el actual incluido, que por años han mentido a la población, que las demostraciones de fuerza de los grupos delincuenciales en diversos estados del país fueron atribuidos de inmediato a una acción concertada desde el poder.
Muchos ciudadanos hablan de cómo el llamado crimen organizado tiene sometido al Gobierno, a tal grado de que en unos pocos minutos arman estropicios de gran envergadura y no hay ningún responsable detenido.
Otros señalan que el anuncio oficial de haber detenido a más de 200 personas “sin disparar un solo tiro”, obedece más a un acuerdo que a la realidad porque seguramente los malosos se iban dejar esposar tranquilamente sin luchar por mantenerse libres.
Y muchos otros aseguran no saber si reír o llorar cuando los ilustres servidores públicos afirman que los sucesos de la semana pasada obedecen a que las organizaciones criminales se han debilitado a consecuencia de tantos abrazos desde el Gobierno.
“Hay grupos que han sido mermados y están tratando de mostrar fuerza a través de estas acciones de propaganda criminal. La respuesta del estado ha sido muy eficaz. Hay un despliegue como no había antes”, afirmó Ricardo MejíaBerdeja, subsecretario de Seguridad Pública.
Aceptando, sin conceder, como dirían los abogados, que el Gobierno actuó como no lo había hecho en todo el presente sexenio, uno se pregunta que, si se saben tan diestros en el ataque y bien informados por tareas de inteligencia, ¿por qué esperar a que los abrazos ya fueran insuficientes para poner quietos a los delincuentes?
Hay mucho “sospechosismo” entre la población sobre la veracidad de lo informado desde el Gobierno y en todo caso se dice que más bien hay temor a que desde Estados Unidos se confirme la presencia de un “Narco Estado” mexicano que implique llevar a juicio, y a la cárcel, a quienes han dado pie a la displicencia oficial en torno al combate a la delincuencia mayor.
Finalmente, no falta mucho para conocer las razones reales de la falta de acción en contra del crimen organizado. Desde el Ejército mismo ya se ven luces como para alumbrar la fallida estrategia de acusar con su mamá a los delincuentes y mantener atada de manos a una corporación que puede dar resultados, incluso con algunas complicidades internas hacia los malosos.
Mientras tanto, el pueblo sufre las consecuencias y eso es precisamente lo que se debe evitar.
SIN INFORMACIÓN
Afirman integrantes de la Tribu Yaqui que al interior de los pueblos se tiene poco conocimiento sobre el Proyecto de Trasferencia de Distrito de Riego 018.
Si todos son parte de la Nación indígena, se cuestionan, por qué tantas fallas y secrecía sobre este proyecto si entre los indígenas se tienen canales de comunicación que les han funcionado desde hace cientos de años.
Nadie se explica, por ejemplo, por qué las obras “de justicia” para los yaquis, como sus polideportivos, se han vuelto una copia de lo realizado en Oaxaca, por ejemplo, cuando se sabe la diferencia entre las formas de ver la vida entre unos y otros pueblos originarios.
Además de que esas obras carecen hasta el momento de servicios como energía eléctrica, agua o drenaje y sin embargo ya están registradas como ejecutadas en el presupuesto federal.
Hasta las leyes internacionales, con mayor razón las mexicanas, exponen el derecho fundamental de una consulta en caso de proyectos que impactan en la vida de los indígenas, afirman, por qué se han impuesto acciones que van incluso contra la idiosincrasia yaqui.
Es de reconocerse la voluntad presidencial para hacer justicia a los indígenas, pero dista mucho de lo que personajes como Adelfo Regino Montes están haciendo, al grado de que los yaquis sospechan que, una vez más, los ganones, política y económicamente, son unos cuantos y no precisamente los de la tropa yoemia.
OTRA DE YAQUIS
Sí, también se trata de yaquis, pero esta vez se refieren los comentarios a que la falta de agua, drenaje y energía eléctrica en el Bachillerato Tecnológico Deportivo, con sede en el estadio Tomás Oroz Gaytán, se debe sobre todo a que el Club de Beisbol Yaquis de Obregón dejó ahí enormes facturas por pagar.
Lo malo es que nadie quiere hablar del tema pues desde las altas esferas les han solicitado mantenerse callados, pero que en la próxima visita presidencial a Cajeme se habrá de hablar al respecto y ahí se aclararán partidas.
Esperamos que así sea.
Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com
