La aprobación de la nueva Ley de Protección Animal en Sonora ha causado revuelo entre quienes se sienten parte del sector que se verá afectado
Es El Moro de Cumpas, junto con las canciones de Sonora y sus ojos negros y, Sonora querida, uno de los himnos que identifican el “ser” sonorense, por eso cuando alguna de estas canciones suena en cualquier parte del mundo, quien tiene la dicha de haber nacido aquí no puede sino sentirse orgulloso de lo que representa ante el mundo la esencia franca y de valor del sonorense.
El Moro de Cumpas, corrido del afamado caballo moro que, en la década de los años 50, junto con el Zaino de Agua Prieta protagonizaron quizá la carrera de caballos más famosa de nuestro país, convirtiéndose así en un mito que plasmó para la eternidad Gilberto Valenzuela “Sahuaripa”, cantante sonorense que, junto con el corrido también forjó una parte de la cultura e imagen que hoy es motivo de orgullo sonorense.
Es por lo anterior que, luego de conocer por cuestiones de la vida casi la totalidad de los municipios de Sonora, sean estos del valle, del sur, del norte y de la sierra, he llegado a la conclusión de que, a diferencia de otras partes de la república donde las entidades aun siendo más pequeñas territorialmente hablando, no cuentan con homogeneidades como con las que cuenta Sonora, siendo estas un par de factores que funcionan como anillos de conjunción donde convergen propios y extraños para disfrutar tardes de esparcimiento y unión familiar, por supuesto que hablo del béisbol y las carreras de caballos, pudiendo asegurar que, en todos los municipios de Sonora puedes encontrar al menos un campo de béisbol y un carril de carreras de caballos.
El caballo y el ser sonorense van de la mano, identificándose con el tradicional vaquero que, a lomo de su caballo colonizaron uno de los estados más alejados al centro del país y, ante las inclemencias del clima a base de esfuerzo construyeron uno de los estados más prósperos de México.
Es debido a esto que, ante la llegada de nuevas medidas de carácter progresistas que han ido permeando poco a poco en el mundo y a las cuales nuestro país no ha sido ajeno, la aprobación de la nueva Ley de Protección Animal en Sonora, ha causado revuelo entre quienes de una u otra forma se sienten parte del sector que al parecer se verá afectado.
Pero bien, comencemos por entender está nueva ley que, según su exposición de motivos obedece a la incorporación de la llamada “Agenda 2030” al marco jurídico de la Entidad, la cual, en su espíritu busca crear mejores condiciones para los animales domésticos que mantiene una relación con el ser humano con la finalidad de brindarles condiciones dignas de vida. Hasta este momento, todos podríamos estar de acuerdo que es necesario que esto suceda. Sin embargo, como suele suceder con las reformas que contienen cambios sustantivos y no son socializados de la manera correcta, el temor al cambio que dichas normativas generen viene acompañado de inquietud y molestia de quienes en primera instancia se ven afectados por dichas decisiones, más aún si estas normas vienen reproducidas de otras entidades donde la realidad y la cultura dista mucho de la nuestra.
Algunos de los alcances de esta ley que han sido más controversiales son las trabas y obstáculos que dichas normas impondrán a la realización de las carreras de caballos y a las cabalgatas, las cuales, según el artículo 44 de dicha ley se podrán realizar siempre y cuando cuenten con permisos y licencias que serán expedidas por la Dirección General de Protección y Bienestar Animal, asimismo, en su artículo 51 afirman que las cabalgatas no se autorizará en parque públicos, suelo urbano ni en la vía pública, por lo cual, los desfiles y manifestaciones como los de la ExpoGan quedarán cancelados.
Si bien, es preciso reconocer que en su esencia la ley busca crear mejores condiciones de vida para los animales, a lo cual, ningún sonorense bien nacido estaría en desacuerdo, es en la forma en la que se socializa la ley la cual ha provocado inquietud en un sector que además de disfrutar de dichas actividades, también depende económicamente de dicho ramo, por lo cual, esperemos que en la aplicación de la ley dichos requisitos se conviertan también en un aliciente y empuje a las tradiciones y esencias del ser sonorense.
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