El crecimiento de la inseguridad es sin duda uno de los problemas más preocupantes que enfrenta nuestro país en las últimas décadas.
Por: Moisés Gómez Reyna
El crecimiento de la inseguridad es sin duda uno de los problemas más preocupantes que enfrenta nuestro país en las últimas décadas.
Y es que además de robarle a los ciudadanos su paz y tranquilidad, una delincuencia creciente también puede generar fuertes pérdidas económicas a las víctimas.
Los indicadores son más que claros: La inseguridad ha crecido de forma imparable y acelerada en nuestro país y, por lo tanto, los costos del delito también. Aquí tres ejemplos claros de este incremento:
1. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el año 2000 en México se cometían un total de 13 mil 849 homicidios dolosos, mientras que en el 2010 la cifra ascendió a 20 mil 143 y para 2020 las víctimas de este delito sumaron un total 34 mil 557. En los últimos 20 años, los asesinatos en el país prácticamente se triplicaron.
2. En el caso del delito de extorsión, en el 2000 se registraron mil 168 casos a nivel nacional, luego para 2010 fueron 6 mil 116 y en 2020 se registraron 8 mil 380 denuncias. En el caso de este delito, las denuncias se han multiplicado en ocho veces.
3. Finalmente, en lo que se refiere a robos, en el año 2000 se registraron 511 mil carpetas de investigación por este delito, mientras que para 2010 se incrementaron a 738 mil y para 2019 la incidencia de este delito se situó en 766 mil casos denunciados. Si bien en 2020 hubo un descenso, esto fue atípico y se debió principalmente al confinamiento obligado por la pandemia.
Lo más alarmante es que estas cifras se refieren exclusivamente a los delitos denunciados e investigados, ya que el 93.3% de los delitos ocurridos en el país durante 2020 no fueron investigados ni denunciados, esto de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2021, publicada la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En 2011, la llamada “cifra negra” de delitos era del 91.6%, esto significa que cada vez menos ciudadanos se toman la molestia de denunciar los delitos de los que son víctimas, ya que consideran que las autoridades harán poco o nada al respecto.
Además, en esta encuesta se calcula que en 2020 el costo del delito en nuestro país ascendió a total de 278 mil millones de pesos, monto que es 30% superior a los 213 mil millones estimados en 2011.
Solamente las pérdidas económicas que registraron las víctimas del delito ascendieron en 2020 a 179 mil millones de pesos, por encima los 175 mil millones estimados en 2018 y los 152 mil millones de 2011.
Adicionalmente, los mexicanos gastaron el año pasado 92 mil millones de pesos en medidas de protección contra la delincuencia, tales como guardias de seguridad o la instalación de rejas, alarmas o cámaras de vigilancia.
También desembolsaron 6 mil 587 millones de pesos adicionales a consecuencia de daños a la salud ocasionados por delitos.
Así, la Envipe 2021 determinó que el año pasado 21.2 millones de mexicanos fueron víctimas de algún delito y las pérdidas económicas promedio que tuvieron que afrontar fueron de 8,409 pesos por persona.
Esta cifra es 19% superior a las pérdidas promedio de 7 mil 70 pesos por persona que se calcularon en 2018. En otras palabras, las víctimas del delito en México tienen que pagar cada vez mayores “costos” en su patrimonio a causa de la inseguridad.
Este incremento de la inseguridad y del costo del delito pega en el bolsillo de las familias y las empresas, pero también nos resta competitividad y amenaza nuestro desarrollo como país.
La estrategia actual del Gobierno Federal es claramente insuficiente para contrarrestar el problema y si seguimos haciendo lo mismo, entonces no podemos esperar resultados diferentes.
Twitter: @gomezreyna