¿Creer o no creer en los políticos?

De lo hackeado se desprendió el "precio a la cabeza del presidente", por el huachicol; están de pensarse las denuncias en el "Rey del Cash"

Por: Francisco González Bolón

En la antesala del aeropuerto de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, un empresario platicó haber sido testigo de las triquiñuelas del hermano del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando gobernó en su municipio, en Tabasco.

Dedicó varios minutos para señalar algunas irregularidades que dejaron temblando al municipio de Macuspana. Y los recuerdos de esa plática se agolpan en mi mente ante la lectura del libro Rey del Cash, recientemente dado a conocer.

Hay quienes piden pruebas de todo lo relatado, por supuesto, y están en su derecho, pero también la otra cara de la tortilla obliga a los aludidos a demostrar que realmente son lo honestos que dicen ser.

Y dentro de todo ese caudal de información que se ha desencadenado alrededor de la figura presidencial, llama la atención una derivada de los archivos hackeados por el grupo de piratas cibernéticos de Guacamaya.

Según esos documentos, incluso el presidente de la República pudo haber sido asesinado por la delincuencia organizada.

Las notas periodísticas sobre el particular, relatan:

“Un informe fechado el 10 de febrero de 2019 y dirigido al subjefe de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), detalló los supuestos planes de un grupo criminal para asesinar al propio presidente de México.

“El documento menciona un hombre identificado como Sergio Águila Luévanos, alias 'El Capi', quien habría sostenido conversaciones con delincuentes para planear el atentado contra López Obrador”.

Y documentan que Águila Luévanos es un exmilitar especialista en electrónica de aviación y exsecretario de Seguridad Pública del municipio de Villa Corona, en Jalisco.

Alejado del Ejército, “se dedicó al robo de hidrocarburos, razón por la que, en agosto de 2019, fue detenido al ser acusado de delincuencia organizada, además de cometer acopio y tráfico de armas.

“Como parte de las investigaciones en contra de 'El Capi', se interceptó un audio en el que habla con otro hombre no identificado, quien le mencionó que no llegaron las piezas de los rifles AR-15 debido a que le pedían el efectivo por adelantado, situación con la que no estuvo de acuerdo y agregó que buscaría a un nuevo proveedor de armas”.

Como estaban en crisis económica los huachicoleros, debido a la cruzada emprendida por el gobierno federal en su contra, decidieron acudir a la extorsión para hacerse de algo de dinero.

Incluso, señaló en ese audio filtrado “ya existía 'precio para la cabeza' del mandatario mexicano, puesto que no cedió en su estrategia para eliminar el huachicol (robo de combustible). Además, advertía que la situación se pondría peligrosa, ya que el presidente “se metió con quien no debía.

“Ya se oye mucho que le van a dar piso al presidente de la República, nada más están fraguando bien, se unieron toda la palomilla y pues ya le dijeron que se arreglaran, pero el señor les dijo que no. Y creo que el señor ya tiene precio de su cabeza, por lo que se va a poner color de hormiga, porque se metió con quien no debía de haberse metido”.

Quizá los huachicoleros decidieron abandonar esta idea, porque sus ingresos económicos no le alcanzaban para comprar ni siquiera una pistola.

Pero en todo ese enredo, queda la duda si creer o no a quienes hacen las denuncias, pero al mismo tiempo uno tiene derecho también a no creer en lo que aparentan ser los aludidos.

Y es que, finalmente, son políticos. Y casi todos provienen del PRI. No, pues ni para dónde hacerse.

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com

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