Canasta alimentaria

Consumir alimentos básicos resulta cada vez más costoso para los mexicanos, e implica un sacrificio cada vez mayor para los hogares con menos ingresos

Por: Moisés Gómez Reyna

Consumir alimentos básicos resulta cada vez más costoso para los mexicanos, pero en especial implica un sacrificio cada vez mayor para los hogares con menores ingresos.

El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) actualiza mensualmente el valor de la canasta alimentaria por persona, la cual representa la línea de pobreza extrema en nuestro país.

Por lo tanto, en los hogares que ganan menos de esa línea de pobreza extrema por persona, se considera que no tienen un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades más básicas de alimentación.

A diciembre de 2021, el valor de la canasta alimentaria en el área rural alcanzó los mil 463.43 pesos por persona, mientras que en áreas urbanas ascendió a mil 901.66 pesos por persona.

De esta manera, en un hogar de 4 integrantes (padre, madre y dos hijos) se requiere un ingreso mínimo mensual de 7 mil 606.64 pesos para satisfacer las necesidades básicas de alimentación, en caso de que esta familia viva en una ciudad. Si viven en un área rural, entonces el ingreso mínimo del hogar necesitaría ascender a cuando menos 5 mil 853.72 pesos.

Hasta el año pasado, el salario mínimo en nuestro país era de 4 mil 251 pesos mensuales, por lo que es insuficiente para que una sola persona pueda mantener un hogar.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, en México 17.7 millones de personas ganan 1 salario mínimo o menos, mientras que 19.7 millones ganan más de 1 y hasta 2 salarios mínimos, lo que equivale a 2 de cada 3 trabajadores de nuestra economía.

Por eso, de acuerdo con el Coneval, al tercer trimestre de 2021, el 40.7% de la población en México percibe ingresos laborales inferiores al costo de la canasta alimentaria, es decir, se encuentran en pobreza laboral.

Esta cifra es significativamente superior al 36.6% en que se situaba este indicador durante el primer trimestre de 2019.

Lo más preocupante es que en los últimos 6 años la canasta alimentaria está aumentando sus precios por arriba de la inflación, y particularmente ha acelerado sus incrementos de 2018 a la fecha, sobre todo en el área rural, donde se concentra la mayor proporción de mexicanos en pobreza.

De 2015 a 2021, la canasta alimentaria en áreas urbanas aumentó su costo en 41.8%, pero en el área rural sus precios se elevaron un 43.9%, de acuerdo con datos del Coneval.

Por otra parte, la inflación en el mismo lapso fue de 31.7%, es decir, los alimentos básicos subieron en promedio entre 10 y 12 puntos porcentuales por arriba de la inflación, con todo y que en 2021 se registró la inflación más alta en 21 años.

Los productos que más subieron en ese lapso fueron: Limón, naranja, aceite vegetal, plátano, manzana, frijol, arroz, azúcar, chile y atún enlatado, los cuales aumentaron sus precios entre 55 y hasta 191%.

De 2015 a 2018, la canasta alimentaria rural subió 18.8%, mientras que de 2018 a 2021 el incremento de los alimentos básicos fue de 21.1%.

El problema es claro: Los alimentos básicos están subiendo por arriba de la inflación, sobre todo en zonas rurales, y esto se ha acentuado desde 2018.

Desde luego que la pandemia ha influido en este comportamiento, pero no ha sido el único factor. También han aumentado el diésel y el gas, muchos productores se han retirado por la falta de apoyos y, en algunas zonas del país, los productores sufren extorsiones por parte del crimen organizado.

Es vital que se comience a analizar qué sucede en la producción e importación de alimentos básicos para tratar de contener esta escalada de precios, de lo contrario la pobreza extrema seguirá creciendo en nuestro país y no siempre se podrá culpar a la pandemia.

Twitter: @GomezReyna

Noticia anteriorLa esperanza en 2022

DEJA UNA RESPUESTA

Noticias Recientes