El expúgil obregonense y máximo exponente del boxeo mexicano recuerda con gran cariño y nostalgia sus épocas de la niñez
Por: Joel Luna
Julio César Chávez González asistió en días pasados a una función de box en Navojoa, Sonora, y aprovechó para visitar el barrio donde nació y pasó su infancia, en Ciudad Obregón.
El púgil de 61 años de edad no pierde la humildad, y compartió un emotivo momento que vivió al llegar en su recorrido a la casa que lo vio nacer.
En un video publicado en sus plataformas digitales, Chávez González compartió de su sorpresa y gran nostalgia al volver al lugar donde fueron sus primeros años de vida.
“Qué cosa tan curiosa. Estoy en Ciudad Obregón, Sonora, donde nací, y aquí vengo a buscar la casa donde yo vivía de chiquito. La verdad me da mucha nostalgia, mucho sentimiento”, señaló el ahora analista de box de la cadena TV Azteca.
Visiblemente emocionado por volver a recordar sus raíces, el cajemense comenta en el video que buscará la manera de adquirir la casa y restaurarla.
“La voy a comprar para arreglarla, se los prometo. ¿No la venden, compadre?”, expresó, a su también amigo, el empresario cajemense René Pineda, con quien lleva una amistad de muchos años y que con el paso del tiempo se ha ido acrecentando.
La casa muestra claros indicios de abandono, pues están cerradas la ventana y una puerta oxidada, evidenciando una falta de mantenimiento, además de estar tupida por grafitis, ya que sus actuales dueños no hacen nada por restaurarla.
A lo largo de su carrera, Julio César Chávez acumuló una gran fortuna, ya que era de los boxeadores profesionales que mejor cobraba, pero demuestra que sigue conservando su sencillez y sus valores están intactos.
ACEPTA Y PRESUME SU LUGAR DE NACIMIENTO
Por muchos años, el llamado “César del Boxeo” aseguraba que su origen era de Culiacán Sinaloa; sin embargo, de un tiempo a la fecha aceptó que era oriundo de Ciudad Obregón. Esto se le atribuye a la época cuando Orlando” Siri” Salido logró destronar a Juan Manuel Márquez en las 126 libras y ahí empezó Julio César a hacer comentarios sobre sus orígenes y a aceptar que había nacido en Sonora, y ahora sí lo gritaba con mucho orgullo.