Don Samuel, un adulto mayor que sobrevive en las calles de Ciudad Obregón pide ayuda

A sus 79 años de edad se mantiene de la caridad de las personas que le brindan una moneda; ahora, el tierno abuelito busca un techo dónde vivir

Por: Oviel Sosa

Sentado en una silla de ruedas, en pleno Centro de Ciudad Obregón, don Samuel Reyes Olea, de 79 años de edad, pide ayuda. “Manchas” lo cuida y vigila, un perro que se convirtió en su fiel compañero, el cual olfatea a quienes se acercan a él y, si traen malas intenciones, los ahuyenta.

Don Samuel y el can se convirtieron en grandes amigos, pues a ambos el destino los condujo a la calle.

En la esquina de la calle 5 de Febrero y Galeana, don Samuel pide apoyo, y de las monedas que recibe de las personas que pasan por el lugar, sobrevive.

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DESEA UN CUARTITO DÓNDE DORMIR

El adulto mayor comentó que desearía rentar un cuartito para tener dónde dormir, pues dijo que no le gusta estar encerrado; es por ello que no quiere terminar en un asilo.

“Una señora me prestaba una casa, pero la ocupó; vivo en la calle”, compartió con un semblante cansado por el trajín de los años a cuestas.

Al caer la noche, las estrellas se convierten en su techo, pero a su avanzada edad el clima le juega una mala pasada y debe tolerar su adversidad.

UN ACCIDENTE FRUSTRÓ SU VIDA

Don Samuel compartió que trabajó como barrendero y al estar desempeñando su labor lo atropellaron; tras el accidente, sufrió lesiones irreversibles que lo postraron en silla de ruedas.

“Trabajé de eventual en el Ayuntamiento, cuando estaba ‘Manolo’ Barro como presidente; cuando me atropellaron, el que me atropelló me dio mil pesos, después me liquidaron y con el dinero que me dieron cuidé a mi madre, que falleció de cáncer”, recordó con profunda tristeza.

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AYUDA INESPERADA DE DOS JÓVENES

El panorama que vive don Samuel en su día a día es complicado, pues no tiene a nadie que se haga cargo de él. Ante tales circunstancias, una joven y un muchacho que trabajan en el Centro y lo conocieron le echan la mano y le brindan comida, quienes también a su mascota le compran croquetas.

Don Samuel mencionó que quisiera tener otra mejor silla de ruedas, pues batalla para desplazarse con la que tiene.

La gente que desee ayudarlo lo pueden encontrar a un costado del Mercado Municipal, en el corazón de Ciudad Obregón.

“Tengo la ciudadanía americana y desearía irme al otro lado”, expresó con ilusión.

Sin embargo, la vida lo condujo a la calle, en donde ha sobrevivido librando complejidades, que con el paso de los años su cuerpo se fue adaptando, pues no tuvo opción.

De esta manera, don Samuel representa la conmovedora historia de un ser humano que quedó solo, a su suerte, y quien se mantiene de la nobleza y caridad de las personas.

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