La empatía y la solidaridad son fundamentales en trabajo, ya que sabe que cada paciente enfrenta un proceso único, lleno de retos
Por: César Omar Leyva
María Benita Lazcano, conocida cariñosamente como Benita, lleva 24 años de servicio como enfermera general, pero desde hace seis años se ha dedicado con pasión al área de oncología pediátrica en el Hospital General Regional No. 1 del IMSS en Ciudad Obregón.
En este contexto, donde niños luchan con valentía contra el cáncer,Benita se ha ganado el cariño y respeto de los pacientes y sus familias, quienes la ven no solo como una profesional, sino como un pilar emocional y una amiga dentro del hospital.
"Lo más bonito de estar aquí es que puedes ayudar a muchas personas. Entro en la vida de tantas familias, doy tanto amor y recibo tanto amor, que cambia mi vida", comparte Benita al reflexionar sobre su trabajo.
UN TRABAJO REALIZADO CON AMOR
Para ella, el amor es el motor que impulsa su labor diaria, una filosofía que transmite a los niños que atiende y a sus familias. La empatía y la solidaridad son fundamentales en su trato, ya que sabe que cada paciente enfrenta un proceso único, lleno de retos emocionales y psicológicos.
Tiene una capacidad sobresaliente para generar confianza. A veces es también oído para las madres y padres que buscan con quien desahogar lo que sienten en el proceso que viven junto a sus hijos.
A lo largo de su carrera, Benita ha trabajado en diversas áreas, pero fue en oncología pediátrica donde encontró su verdadera vocación. "Esta es un área sensible, importante, donde realmente valoras tu vida. Ahí es cuando comprendes la importancia de dar y recibir apoyo", asegura. Es este enfoque humano, lleno de comprensión, lo que la hace destacarse en su trabajo.
Cada día, Benita enfrenta el desafío de canalizar y administrar quimioterapia a niños que atraviesan momentos muy difíciles. Con su sonrisa permanente y su ternura, crea un ambiente de confianza, donde los pequeños se sienten seguros y acompañados en su lucha.
"Para mí, el trato debe incluir necesariamente el amor, porque si no le tienes amor a lo que haces, definitivamente no funciona", reflexiona con la humildad que la caracteriza.
DÍA NACIONAL DE LAS ENFERMERAS Y LOS ENFERMEROS
En el marco del Día de las Enfermeras y los Enfermeros, celebrado el 6 de enero en México, es importante conocer y reconocer a profesionales de la salud como Benita, cuya dedicación, amor y empatía marcan la diferencia en la vida de muchas personas.
Las familias que han pasado por la oncología pediátrica, incluso aquellos que han perdido a sus hijos, la recuerdan con cariño y gratitud.
Para las mamás de los niños es una tranquilidad saber que, una quimioterapia se puede vivir con calma y a veces entre risas gracias al carácter de Benita, quien siempre busca consentir a los niños con alguna sorpresa o programando en la televisión su película favorita.
"Me gustaría ser recordada como alguien que aportó algo significativo a sus vidas", dice Benita, quien sabe que, aunque algunos niños ya no están, el amor que dio permanece en sus corazones.
Benita no solo es una enfermera, es un ángel para los niños y las familias que atraviesan momentos de dolor. Y con cada sonrisa, cada gesto de apoyo y cada palabra de consuelo, sigue demostrando que, en la medicina, el amor también sana.