La sequía recurrente y los altos costos de producción acaban con la actividad pecuaria
La ganadería, una actividad que da identidad al Estado de Sonora, está en riesgo de desaparecer.
Las sequías recurrentes y los altos costos de producción pegan fuerte a los productores pecuarios de la región, quienes tienen que acarrear alimento y agua a los ranchos.
Nicolás Campa Romero subrayó que los ganaderos han tenido que vender animales para solventar los costos de operación y mantener en condiciones el resto del hato.
El presidente de la Asociación Ganadera Local del Valle del Yaqui (AGLVY) apuntó que vienen los meses más críticos para la actividad, ya que, tradicionalmente, las lluvias en la región inician en agosto.
“Ya hay mortandad de ganado, aunque no se puede cuantificar; los agostaderos en los ranchos están secos”, lamentó.
Resaltó que la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS) inició con la entrega de alimento barato para los pequeños y medianos productores, pero, definitivamente, se requieren más acciones.
Por su parte, ganaderos de la región coincidieron en que a diario se incrementan los costos, el precio de las pacas sube, así como la gasolina y otros insumos.
Una paca de alfalfa cuesta 150 pesos y, de no llover, el panorama se ve más crítico, ya que los precios se irán para arriba, comentaron.
Los agostaderos están secos; se tiene que acarrear agua y alimento, por lo muchos ranchos han reducido el hato, dijeron.
Lo único favorable es que el ganado tiene precio, por lo que están vendiendo los animales para mantener en condiciones el hato que queda en los ranchos, refirieron.