Una guerra comercial prolongada podría derivar en cambios en los patrones de exportación y alteraciones en los precios internacionales
Por: César Omar Leyva
El reciente triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha causado una reacción positiva en el mercado de granos en Chicago.
Productos clave como el maíz, la soja y el trigo mostraron una tendencia alcista, una señal de optimismo que podría tener tanto implicaciones beneficiosas como riesgosas para el campo mexicano, especialmente en un contexto donde la sequía ha impactado severamente las operaciones agrícolas en el país.
Según un análisis de todoagro.com, el precio de la soja experimentó un incremento de casi un dólar, cerrando en 365 dólares por tonelada. El trigo subió 0.46 dólares y se ubicó en 210 dólares, mientras que el maíz mostró un alza de 2.76 dólares, alcanzando los 167 dólares por tonelada.
A pesar de esta reacción positiva, los expertos advierten sobre posibles periodos de volatilidad en los precios, debido a futuros anuncios de la Reserva Federal (FED) y a la próxima publicación del informe de oferta y demanda (Wasde) por parte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
POSIBLES EFECTOS PARA EL CAMPO MEXICANO
El regreso de Trump ha renovado la especulación sobre una posible reanudación de la guerra comercial entre EE.UU. y China.Esta tensión podría impactar particularmente en el mercado de la soja, uno de los principales productos de exportación de EE.UU. hacia China.
Una guerra comercial prolongada podría derivar en cambios en los patrones de exportación y alteraciones en los precios internacionales, afectando tanto a importadores como a productores en México.
En el caso del maíz, la reciente recuperación en los precios, impulsada por los buenos datos de exportación de EE.UU. y las proyecciones de cosecha en Sudamérica, podría tener un doble efecto.
Por un lado, podría beneficiar a los exportadores mexicanos si los precios se mantienen altos, pero por otro lado, los productores que dependen de la importación de maíz podrían enfrentar costos más elevados, lo cual complicaría aún más la situación en un año marcado por la sequía y problemas de plagas como la chicharrita.
ESTO SE ESPERA PARA EL TRIGO
El panorama del trigo también es incierto. Con las condiciones del cereal de invierno en EE.UU. siendo las segundas peores de la historia y las producciones fallidas en regiones clave como Rusia, Francia y Alemania, el mercado global podría enfrentar una oferta limitada.
Esto podría representar una oportunidad para los agricultores mexicanos si logran posicionar su producto en mercados internacionales, pero a la vez podría elevar los costos para aquellos que dependen de la importación.
El retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos trae consigo expectativas de volatilidad en los mercados agrícolas, lo que puede resultar en una espada de doble filo para el campo mexicano.
Las decisiones y políticas que tome en los próximos meses podrían definir si el impacto es más positivo o negativo, especialmente en una época en la que la sequía ya ha puesto a prueba la resiliencia del sector agrícola en México.
