En los últimos años ha crecido la presencia de supuestos mentores en redes sociales que aseguran tener la fórmula para alcanzar el éxito. Sus mensajes de motivación, riqueza rápida y estilo de vida aspiracional atraen especialmente a los jóvenes, aunque expertos advierten que detrás de este fenómeno hay riesgos que pueden afectar tanto la economía como la salud mental.
La presentadora española Lorena Castell calificó como "absurdo, ridículo y espantoso" el fenómeno de influencers que exhiben lujos sin un contenido real de valor, señalando que generan expectativas poco realistas sobre lo que significa triunfar.
NO CUENTAN CON AUTORIZACIÓN PARA ASESORAMIENTO FINANCIERO
Un área especialmente delicada es la de los llamados "finfluencers", quienes promueven inversiones milagrosas o métodos para "hacerse rico" rápidamente. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en España ha advertido que algunos de estos personajes no están autorizados para asesorar y que incluso forman parte de listas de entidades no confiables.
Casos como el de IM Academy, señalada como una "criptosecta" que captaba jóvenes con falsas promesas de dinero fácil, muestran cómo estos supuestos mentores pueden provocar abandono escolar y pérdidas económicas significativas.
Algo similar ocurrió con el influencer Amadeo Llados, cuyo método llevó a un seguidor a perder todos sus ahorros y terminar en la calle tras endeudarse para seguir su "mentoría millonaria".
IMPACTO PSICOLÓGICO DE LAS IDEAS QUE PROMUEVEN
Además del impacto económico, psicólogos advierten que la comparación constante con modelos irreales de éxito puede provocar ansiedad, frustración y baja autoestima en adolescentes. El problema no radica en motivarse o buscar referentes, sino en aceptar sin cuestionamiento mensajes que carecen de sustento profesional o ético.
Si eres padre de familia y sabes que tus hijos siguen a uno de estos personajes, ten presente que los mentores digitales pueden inspirar, pero también manipular.
Ante este escenario, especialistas recomiendan fomentar el pensamiento crítico, contrastar la información con fuentes confiables y, sobre todo, evitar caer en fórmulas mágicas que prometen una vida exitosa sin esfuerzo real.
