En tiempos donde el interés por lo natural y lo preventivo crece, la medicina alternativa vuelve la mirada hacia el cardo mariano, una planta que desde la antigüedad es usada para proteger y fortalecer el hígado.
El hígado es órgano esencial para la desintoxicación del cuerpo y el procesamiento de nutrientes, el cual frecuentemente se ve afectado por diversos factores, como el excesivo consumo de alcohol, dietas ricas en grasas y el uso inadecuado de medicamentos, por lo que el cardo mariano surge como una alternativa natural y complementaria a la medicina convencional.
Con base en instituciones como la Clínica Mayo, esta planta se posiciona como un aliado potencial en la lucha contra el hígado graso, los trastornos metabólicos y la inflamación crónica.

SILIMARINA: EL COMPUESTO CLAVE
El secreto de esta planta reside en la silimarina, su principio activo más estudiado, el cual es conocido por sus propiedades antioxidantes y hepatoprotectoras, a la que se le atribuyen grandes beneficiosos para nivelar la glucosa en sangre, mejorar la digestión y apoyar la regeneración del hígado, mecanismos que podrían estar relacionados con la prevención de enfermedades hepáticas, la pérdida de peso y la reducción de procesos inflamatorios en el organismo.
Al respecto, la Clínica Mayo señala que, aunque los beneficios del cardo mariano son prometedores, se requieren ensayos clínicos más amplios para validar su efectividad, en especial en cuanto a la pérdida de peso.
El cardo mariano puede consumirse en distintas presentaciones: cápsulas, extractos líquidos, comprimidos o infusión; sin embargo, y como en todos los tratamientos, holísticos y homeopáticos, es importante comprender que el cardo mariano tiene efectos secundarios, como molestias digestivas leves o en la interacción con fármacos; además, está contraindicado en casos de alergia.
Y aunque el cardo mariano puede considerarse complementario, no sustituye los tratamientos médicos convencionales, ya que su efectividad depende de un enfoque integral que incluya una dieta equilibrada, control del alcohol, ejercicio regular e hidratación adecuada.
