El Pinacate lleva ese nombre debido al escarabajo de color negro brillante que habita en ese lugar
Por: Celeste Rivera
Un lugar de belleza desolada, seres inusuales, plantas únicas y características geológicas que no creerás hasta que lo veas con tus propios ojos, es el Pinacate y Gran Desierto de Altar.
Un espacio mágico que se caracteriza por poseer las dunas más grandes de toda Norteamérica y donde existe un escudo volcánico con flujos de lava y cráteres gigantes que sobrepasarán tu imaginación.
El Pinacate y Gran Desierto de Altar, aparentemente un espacio inhabitado, es un vasto acervo de vestigios arqueológicos que se remontan a más de 20,000 años; un lugar de una importancia predominante para la etnia Tohono O’odham quienes consideran que el origen de su creación fue en el Pico Pinacate donde aún realizan ceremonias sagradas.
Uno de los cráteres más conocidos es el conocido como "El Elegante", localizado en la sierra del Pinacate así como El Tecolote y El Cerro Colorado.
¿CÓMO SE LLEGA?
Para llegar ahí, hay un acceso principal el cual se localiza en el Kilómetro 52 de la carretera 8 a Puerto Peñasco – Sonoyta, justo a tan sólo tres horas y media de la Phoenix, Arizona en Estados Unidos.
Debido a que se encuentra dentro del Desierto de Sonora, El Pinacate y Gran Desierto de Altar, es considerado una de las regiones más importantes de todo México y abarca además de parte del estado de Sonora, una porción de Baja California y Baja California Sur en México, así como Arizona y California en Estados Unidos.
UN ESPACIO RICO EN BIODIVERSIDAD
Por su clima árido, la poca lluvia y las elevadas temperaturas que persisten, en el lugar existen especies endémicas, amenazadas y en peligro de extinción.
En cifras, en el Pinacate y Desierto de Altar hay más de 500 especies de plantas vasculares, 44 de mamíferos silvestres de entre los cuales destaca el Berrendo sonorense en peligro de extinción, el Borrego cimarrón y los murciélagos magueyero y pescador (Myotis vivesi), ambos endémicos del lugar; 200 de aves, 40 de reptiles, además de haber anfibios y peces de agua dulce.
La vegetación que posee este sitio abarca principalmente matorrales xerófilos, aunque en algunas áreas bien restringidas se puede encontrar vegetación parecida al chaparral, mezquitales asociados a playas y matorrales arborescentes, además de pequeñas extensiones de matorrales halófilos costeros.