Guadalupe Zazueta Figueroa tiene tres décadas ayudando a la gente con su dolor
Por: Fabián Pérez
Más de tres décadas sobando luxaciones y contracturas lleva Guadalupe Zazueta Figueroa, quien a pesar de tener 65 años de edad sigue ayudando a la gente con el don que Dios le dio en sus manos.
La vecina de la comunidad de Bahuises, localidad perteneciente a Navojoa, reveló que en todos estos años de trayectoria ha podido sobar a presidentes municipales e incluso a médicos.
Señaló que, en alguna ocasión, una señora de Colima al ver sus manos le compartió que Dios le había dado un don maravilloso que podía compartirlo con la gente.
“Al principio no le puse mucha atención a lo que me había dicho, pero después empecé a sobar y las mismas personas me recomendaban con otras”, compartió.
La señora Lupita, como la conocen en su comunidad, comentó que en su trayecto como sobandera ha podido ayudar a mujeres para que puedan embarazarse y que clínicamente no tenían posibilidades.
Recordó que después de 20 días de haberle sobado el vientre a la mujer, la pareja regresó al tiempo entusiasmada para agradecerle el milagro que se hizo a través del don de sus manos.
Asegura que todos los días, antes de sobar, se prepara para orar en un pequeño altar que tiene a las afueras de su casa, para pedir a Dios que interceda y que pueda aliviar a las personas.
“Siempre hacemos la voluntad de Dios y no la mía, yo sólo soy su instrumento”, mencionó.
Por sobar, dijo, no cobra, pero las personas al ver que sanaron regresan y la gratifican con algún apoyo económico.