Agresivo bloqueo yaqui en Loma de Guamúchil

Se suscita incidente con chofer de pipa de Pemex y a reporteros piden borrar fotos; sólo tres semanas duró el libre paso

Con personal agresivo hacia los automovilistas e incluso hacia medios de comunicación, después de tres semanas de paso libre, regresó el bloqueo carretero de los yaquis en Loma de Guamúchil, frente al Danzante Yaqui.

Sergio Estrella Álvarez, secretario tradicional de Cócorit (Loma de Guamúchil), señaló que los acuerdos planteados por el Gobierno no han sido concretos, es decir no hay un documento formal que avale lo prometido, razón que los hizo regresar al bloqueo.

Los acuerdos, según una reunión celebrada en Vícam Pueblo, el pasado viernes con los tres niveles de Gobierno, son la creación de mesas de análisis para discusión del destino de los recursos del ramo 28 y 33;el regreso del impuesto predial ejidal correspondiente a la tribu, y el cobro por derecho de vía a través de concesiones a empresas que pasan por territorio yaqui, como la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Ferrocarriles (Ferromex) y Teléfonos de México (Telmex), entre otros.

Además, en esa reunión se planteó retomar un acuerdo de 1993 en el sentido de que un 10% de lo recaudado en la caseta de cobro de Esperanza sería destinado para las necesidades más apremiantes de la tribu.

A cambio de eso, Jesús Patricio Varela, secretario de Tórim, destacó se retirarían y desmantelarían los actuales bloqueos, los cuales no tienen nada que ver con las guardias tradicionales y no aportan ningún beneficio a la Tribu Yaqui.

Sin embargo, el filtro carretero de Loma de Guamúchil volvió de manera indefinida.

Alrededor de las 13:00 horas, una caravana de pipas de Petróleos Mexicanos (Pemex) pasó por el lugar y el chofer de la primera unidad intentó convencer a los yaquis de que los dejara pasar, lo cual fue negado.

Hubo un intento de pelea, pero la intervención de elementos de la Guardia Nacional (GN) que custodian las pipas detuvo el problema y los camioneros pudieron pasar.

Sin embargo, los yaquis pidieron a los representantes de los medios de comunicación que borraran de sus cámaras lo que habían grabado sobre el incidente, pero aparentemente también la Guardia Nacional impidió que los indígenas arremetieran contra los fotógrafos.