Policía en activo facilitó a los ejecutores su arma de cargo, porque no quería pagarle a la mujer la manutención
Por: Edel Osuna
Un oficial de Policía de Ecuador en activo fue detenido por haber contratado dos sicarios para que asesinaran a la madre de una bebita de 7 meses; sin embargo, algo grave ocurrió, pues quien terminó muerta fue la niñita, quien recibió un balazo que le atravesó el cuerpo.
Reportes de las autoridades de ese país sudamericano establecen que el autor intelectual facilitó a los mercenarios su arma de cargo, y el móvil fue que no pagarle manutención a su expareja, de 24 años de edad.
Luego de la agresión, los tipos fueron perseguidos y detenidos, quienes después de su arresto confesaron que el oficial en activo, Luis Andrés L.T., los contrató para matar a la mamá de la bebé; éste fue capturado cuando intentaba escapar en un taxi.
LOS HECHOS
De acuerdo con la investigación, la madre de la pequeña recibió una llamada de su expareja, quien le pidió que saliera porque quería ver a la bebé.
Cuando estuvo afuera con ella en brazos en el sector conocido como El Priorato, llegaron dos tipos en moto y portando dos armas: un revólver y una pistola calibre 9 milímetros; la golpearon, forcejearon con ella y acabaron disparándole.
La bala dio pero no con su objetivo, que era la madre de la nena, sino que impactó a la bebé, atravesándole el cuerpecito, pues el proyectil entró por el hombro izquierdo y salió por el derecho.
Policías fueron alertados del atentado y acudieron de inmediato; malherida, la madre, con la niñita en brazos, les dijo que el padre de la bebé la había mandado matar, por lo que rápidamente implementaron un operativo con ayuda de un helicóptero, drones y grupos de agentes, hasta que dieron con los asesinos, quienes se habían escondido entre la vegetación de una laguna cercana, paradójicamente llamada Yaguarcocha, que significa "Lago de Sangre".
Mientras tanto, la nena de seis meses fue llevada de inmediato al hospital, pero cuando llegó, ya no tenía signos vitales.
LA CAPTURA DE LOS ASESINOS
La detención de los ejecutores se consumó gracias a una fotografía que tomó un vecino, por lo cual fueron identificados y capturados.
Ya ante las autoridades, los hombre declararon que habían sido contratados por el policía en activo, y que hasta les había facilitado el arma de cargo.
Dado a la gravedad del delito, tanto el autor intelectual, como los materiales, podrían alcanzar una pena de cárcel de entre 22 y 26 años.
