En un mensaje a la congregación, a través de la orientación pastoral, se dirigen a las personas del mismo sexo que buscan casarse
Por: Edel Osuna
Luego del revuelo causado por la declaración que emitiera el Papa Francisco respecto a la bendición de las personas del mismo sexo que desean casarse por el sacramento del matrimonio, la Conferencia del Episcopado Mexicano (COM) llamó a la iglesia a no confundir ambos conceptos.
A través de un video, monseñor Ramón Castro Casto, secretario general de la COM, abordó la declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Fiducia Supplicans, y dijo que no se trata ni de una encíclica, ni de una exhortación apostólica, ni un Motu propio, sino una orientación pastoral.
Explicó que afirma, rotundamente, que son inadmisibles ritos y oraciones que confunden el sacramento del matrimonio, que es una “unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos”.
Castro Castro dijo que esa convicción está basada en la doctrina católica del matrimonio, y que sólo en ese contexto las relaciones sexuales encuentran su sentido natural adecuado y humano.
Destacó que la doctrina del matrimonio se mantiene, y que la bendición que puedan pedir las personas en situaciones irregulares (del mismo sexo o contrarias a la fe), es otorgada por la Iglesia, pero como un gesto de acompañamiento y cercanía.
Lo anterior para ayudarles a madurar y crecer en la fidelidad al Evangelio, a liberarse de sus imperfecciones y fragilidades, así como expresarse en la dimensión siempre más grande del amor divino.
Destacó que “no se pueden bendecir ritualmente uniones que contradigan la doctrina sobre el matrimonio, sí se pueden ofrecer oraciones no litúrgicas a quienes las soliciten con espíritu de fe y apertura, sin ánimo de legitimar situaciones irregulares”.
Dijo que es bendecir es una expresión de la misericordia pastoral de Cristo, de la Iglesia hacia una persona.
Monseñor Castro destacó que: “expresamos como episcopado mexicano, nuestra comunión con el Magisterio de la Iglesia, siguiendo sus orientaciones para favorecer la caridad pastoral en el anuncio del Evangelio.
Exhortó a sacerdotes, agentes de pastorales y feligreses en general, “a no generar confusión ni desvirtuar el sentido pastoral de lo que pide el Papa Francisco; es decir, una actitud de acogida, cercanía y discernimiento ante quienes soliciten una bendición, guiándoles con delicadeza, firmeza y claridad en su camino para cumplir la voluntad de Dios en sus vidas”.
Y destacó que Dios no deja de bendecir a sus hijos en este mundo, porque para Él “somos más importantes que todos los pecados que nosotros podamos hacer”.
Finalmente, subrayó que “no bendice ni puede bendecir el pecado: bendice al hombre pecador, para que se reconozca como parte de su designio de amor y se deje cambiar por Él”.
