El alimento contaminado estaba planeado para hacer un control de la población canina dentro del municipio; sin embargo, la historia terminaría mal
Por: Brayam Chávez
Tres hermanos de 2, 4 y 6 años perdieron la vida en Chiapas, tras consumir pan envenenado que las autoridades locales, supuestamente, colocaron en la calle para regular a la población canina en el municipio.
¿CÓMO FUE EL CASO DEL FALLECIMIENTO DE LOS MENORES?
Según relatos de residentes, esta semana se registró a empleados locales depositando pan de dulce en las vías de la comunidad de San Cayetano, aparentemente por órdenes del Ayuntamiento.
La familia, procedente de Chenalhó, arribó a la localidad el 11 de febrero para visitar a sus familiares. Un día después, al salir de la tienda, los niños fueron hallados muertos en la vía pública.
De acuerdo con lo que la madre, Marcelina Pérez, explicó a los oficiales de la Fiscalía, ese día los niños solicitaron fondos para adquirir caramelos; cada uno salió con 10 pesos; no obstante, al notar que no volvían, salieron a buscarlos.
Dentro de la tienda del lugar, los encontraron tirados. Dos ya no tenían síntomas vitales, pero la niña sí, por lo que solicitaron ayuda a los números de emergencia.
La menor logró llegar viva a la clínica más próxima, en Chenalhó, pero horas más tarde se comunicó su fallecimiento.
Después de las manifestaciones de entidades civiles, Jorge Luis Llaven, fiscal de Chiapas, comunicó que Martín "N." y Bartolo "N.", responsables de la distribución de pan envenenado, fueron arrestados.
Detalló que ninguno de los niños presentó lesiones externas y que la necropsia reveló que la causa de la muerte fue "falla orgánica múltiple por intoxicación".
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COMIENZA LA INVESTIGACIÓN CONTRA LOS RESPONSABLES
Llaven garantizó que las investigaciones seguirán adelante para establecer la culpabilidad de los implicados.
Los restos de los niños fueron llevados a Chenalhó, donde fueron enterrados conforme a las tradiciones locales.
Entre tanto, los habitantes de San Cayetano convocaron a un encuentro para solicitar la liberación de sus líderes (el Comisariado Ejidal y un agente municipal), indicando que su propósito no era asesinar a los niños.
En cuanto a la queja CEDH/086/2025, la Comisión Estatal de Derechos Humanos comenzó la misma de manera autónoma, brindó apoyo a la familia y demandó un análisis riguroso para asegurar justicia e instaurar acciones preventivas que salvaguarden a la infancia.