Es importante recordar que cualquier cambio en la dieta debe ser consultado con un especialista médico o un nutriólogo
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
Las tortillas de harina, presentes en la gastronomía mexicana desde el siglo XVI, son un ingrediente fundamental en recetas como burritos, tacos de pescado y gringas.
Consumidas principalmente en la zona norte de la República Mexicana, se han convertido en un alimento básico en muchos hogares, apreciadas por su versatilidad y sabor.
BENEFICIOS Y RIESGOS DE CONSUMIR TORTILLAS DE HARINA
Exceso de Grasas
- Uno de los componentes principales de las tortillas de harina es la manteca, que puede ser de origen vegetal o animal. Este ingrediente aporta una cantidad significativa de grasa al organismo. Si bien estas grasas pueden incluir grasas buenas para el corazón y aportar minerales como el calcio, su consumo excesivo puede tener consecuencias negativas. Las grasas saturadas presentes en la manteca pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y contribuir al aumento de peso.
Presión Arterial Alta
- Las tortillas de harina contienen sodio, un mineral que, en exceso, puede ser perjudicial. Aunque algunas marcas comerciales han reducido el contenido de sodio en sus productos, muchas tortillas aún contienen niveles elevados. El exceso de sodio está asociado con un aumento de la presión arterial, daño renal e insuficiencia cardíaca, según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Aporte de Fibra
- Una ventaja de las tortillas de harina es su contenido de fibra, beneficiosa para el sistema gastrointestinal. La fibra mejora la digestión y las deposiciones, y algunos estudios sugieren que las tortillas caseras pueden ayudar a reducir los niveles altos de colesterol. No obstante, el consumo excesivo de fibra puede causar inflamación, hinchazón abdominal y malestar estomacal.
RECOMENDACIONES PARA UN CONSUMO SALUDABLE
Las tortillas de harina también proporcionan una variedad de vitaminas, incluyendo A, E y del complejo B (B1 a B3). Para mantener una dieta equilibrada, es recomendable consumir tortillas de harina de manera moderada, preferiblemente preparadas de forma casera y con ingredientes orgánicos. Controlar los ingredientes y la cantidad de consumo es clave para evitar los riesgos asociados con su ingesta excesiva.
Es importante recordar que cualquier cambio en la dieta debe ser consultado con un especialista médico o un nutriólogo, quien puede ofrecer orientación personalizada y adecuada.