Ante la opinión pública
Por: Gerardo Armenta
A querer y no, es claro que una temática como la propia de los sismos (o temblores) ha venido acreditándose en la percepción general de la opinión pública del sur de la entidad. Como resulta evidente asumirlo, el motivo al respecto se explica por sí solo. Los temblores de la tierra nunca han sido precisamente gratos para nadie, sino todo lo contrario. Cuestión de lógica o percepción simples.
Pero no por ello se ha de ignorar que el tema está allí para que se le examine con el interés y la seriedad pertinentes que demanda. Debe reconocerse que en buena hora esta es una actitud que hoy por hoy se emprende con apreciable formalidad y exigible enfoque científico, como por supuesto, tendría que ser de una u otra manera. No hacerlo así convierte al asunto en una lamentable pérdida de tiempo.
Y no es el caso, por supuesto. Una prueba de la formalidad con que actualmente se aborda esta cuestión, radica ciertamente en la posibilidad de acceder públicamente al conocimiento de datos e información que ha de estimarse en todo lo que vale por parte de la opinión pública. Por ejemplo, hoy se sabe que en el Golfo de California se han registrado más de 60 sismos a lo largo de este año, es decir, con apenas dos meses de su puesta en marcha en el calendario respectivo. Varios de esos temblores se dejaron sentir en municipios como los de Huatabampo y Benito Juárez.
No es por nada, pero más de 60 temblores ocurridos en el Golfo de California entrañan a una cantidad más o menos considerable. Por fortuna, empero, y de acuerdos con datos del Servicio Sismológico Nacional, la medida de estos temblores fue de 2, 3 y 4 grados. Nada para alarmarse, dicho así con mucha sangre fría. Pero no se puede ignorar que, de acuerdo con datos del mismo SSN, el registro de estos fenómenos se incrementó en 700 por ciento con respecto al año pasado.
A pesar de estas evidencias, por lo visto (y que bueno que sea así) la situación respectiva no es para alarmarse, según dijo a DIARIO DEL MAYO el doctor Joel Carvajal Soto, profesor investigador de la Universidad de Sonora y experto en el área de Estructuras y Análisis Sismo-Resistente. Abordado por el periodista Raúl Armenta Rincón, señaló que no es posible predecir los temblores, “lo que significa que no se puede anticipar si habrá un fenómeno de mayor magnitud en el futuro, por lo que siempre hay que estar preparados o en alerta”.
Es evidente que una recomendación como la anterior nunca está de más, y redobla la necesidad de acatarla cuando se trata de hechos como los representados por los temblores. Poco a poco en un país como el nuestro se ha venido acreditando una especie de cultura en la materia, especialmente en las grandes ciudades, como la propia capital del país, donde el historial de sismos es doloroso y lamentable. En ese gigantesco ámbito urbano se han generado verdaderas, increíbles y lamentables tragedias que han costado la vida de miles y miles de personas, además de generar una terrible destrucción material.
Sin embargo, hoy en buen momento existe una cultura de prevención sísmica que descansa en un sistema de alarmas que cumple con su cometido de notificar la inminencia de un temblor. En la Ciudad de México (dígase de nuevo) esta manera de avisar ha servido para que por lo menos la población busque ponerse a salvo. Y es obvio que al final todo depende de la magnitud que registre un determinado temblor.
De aquí la importancia de que, por ejemplo, se tome nota del dato que notifica el registro de más de 60 temblores en el Golfo de California apenas en lo que va del presente año. Y, por supuesto, sin soslayar que algunos de estos sismos se dejaron sentir en lugares sureños como Huatabampo y Benito Juárez. No sólo allí. En Navojoa sobrarían las personas que también darían cuenta de que han sentido algo parecido a un temblor, sin llegar, como es posible inferirlo, a ninguna evidencia mayor al respecto.
De aquí la importancia de que investigadores universitarios como el doctor Joel Carvajal Soto comenten en público su saber y experiencia sobre una materia tan especial como la que tiene que ver con los sismos. Cada vez se advierte más la necesidad general de que sepamos más al respecto. Ojalá…
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