Desde hace tiempo que se ha establecido que la productividad es la base fundamental para el éxito de muchas actividades económicas y sociales
Por: Mario Saucedo Gómez
Desde hace tiempo que se ha establecido que la productividad es la base fundamental para el éxito de muchas actividades económicas y sociales, lo que les hace tener una permanencia larga.
Pero donde más hace impacto es en la actividad laboral, que hace que las empresas tengan éxito al darle cumplimiento completo a sus objetivos, que se traducen en rentabilidad económica y éxito.
Y ese concepto de rentabilidad, hace que de manera continua se estén analizando las necesidades de mejora al interior de cada empresa, en sus procedimientos administrativos y operativos, para alcanzar el éxito.
Pero no todas las empresas y negocios realizan ese ejercicio de medición en la búsqueda de incrementar sus niveles productivos, porque muchas veces lo sustituyen en la obtención nada más de rentabilidad.
Cuando con la aplicación de esquemas de obtención de mayor rentabilidad en todo, pudieran lograrse mayores objetivos productivos en su beneficio y en el de su empresa o actividad.
Que para ello debe de existir y plan de actividades debidamente estructurado para su desarrollo, donde se contemplen todos los factores internos y externos de la empresa o actividad a realizar.
Considerando, que la baja productividad en las actividades productivas, afectan más que las tasas de intereses y los movimientos al alza de otros indicadores económicos.
Pero además de un plan de trabajo anual, apegado a la realidad, también se debe de establecer la atención a un integrante muy importante de las actividades productivas y que viene a ser el trabajador.
Que hoy en día, por cierto, a una propuesta de unos legisladores se está analizando en la cámara de senadores, el incrementar de seis a doce días de vacaciones en su primer año laboral.
Como si esa fuera la real solución a sus problemas de estrés, que hace que la productividad baje en las empresas y con esta propuesta piensan que eso ya no sucederá y se terminara el problema.
Cuando existen bastantes motivos más allá de lo que podría ser el tener más días vacacionales y que se deben de considerar hoy que están en el análisis de la productividad laboral.
Iniciando con los sueldos y salarios, plan de prestaciones sociales, aplicación real al escalafón laboral, capacitación, estímulos, excelente clima de trabajo, vacaciones, condiciones laborales para laborar, entre otros.
Eso necesariamente será un buen paquete para que el trabajador en su diferente nivel de responsabilidad logre participar en lo que vienen a ser los objetivos de productividad que se buscan.
Porque no se puede pensar, que con el solo hecho de incrementar el número de días de vacaciones, según su tiempo laboral, va a resolver la problemática que hoy presenta la productividad en las empresas.
El estrés laboral va a más allá de las vacaciones, porque las necesidades económicas de un trabajador en la mayoría de las veces son el principal motivo, porque lo que percibe no le alcanza.
Y más hoy cuando el cambio de los precios en los productos y servicios es continuo, que no se igualan al incremento salarial que es dos veces y el de los sueldos no tienen fecha.
Necesariamente, si existe interés en elevar los niveles de productividad laboral, que se traduzca en un incremento productivo en bienes y servicios, se debe de partir de los sueldos, salarios y demás.
El análisis serio del tema de la productividad y la aplicación de soluciones reales, le dará a ganar al empresario y al trabajador siempre y no hacer como que se atiende cada quien.
DEL ESCRITORIO
Qué bien que el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, plantea hacer turismo para todas las regiones del estado, porque en el sur se pensaba que esos propósitos eran nada más para el norte, porque el impulso a esta actividad, solo la hacen las exitosas Oficinas de Convenciones y Visitantes, como la de Ciudad Obregón, que es una impulsora del turismo desde hace muchos años con mucho éxito y beneficios para Cajeme… La mayoría de las veces los precios de las mercancías en el mercado, no es determinado por los empresarios, porque en el camino está la distribución para llegar hasta el último consumidor y es diferente su precio al recorrer ese trayecto.