Números fríos de la violencia

Son escasas las reducciones, pero el aumento está siempre a la orden del día y eso es, precisamente, lo que preocupa

Por: Francisco González Bolón

A propósito del panorama violento que se vive en Cajeme hacia las mujeres, las estadísticas oficiales a nivel nacional dan cuenta de que desde enero a julio habían sido asesinadas 73, sin cambios respecto al mismo lapso de 2022.

En agosto, las cifras aumentarán, por supuesto, pues solamente el fin de semana pasado fueron tres damas las ejecutadas por una u otra razón, mientras que las denuncias de acoso sexual han aumentado, en los primeros siete meses del año, un 70.2% y las de abuso sexual, un 24.6%.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública hace ver que los asesinatos contra mujeres en la entidad no bajan y sus números desde 2015 se mueven de la siguiente manera: 2015, con 45, de los cuales 31 fueron clasificados como homicidios dolosos y 14, feminicidios; en 2016, en el mismo orden, fueron 23 y 11, es decir 34; en 2017, fueron 18 dolosos y 23 feminicidios; en 2018, 15 y 14; en 2019, 41 y 26.

Ya en 2020 se registraron 40 homicidios dolosos y 12 feminicidios, según las cifras oficiales, así como 59 dolosos en 2021 contra 27 feminicidios; en 2022 se contabilizaron 56 dolosos y 17 feminicidios, en tanto que este año, conforme las estadísticas hasta julio, han sido 5 homicidios dolosos contra mujeres contra 14 feminicidios.

Las denuncias por acoso sexual en Sonora también han aumentado, pues entre enero y julio se han presentado 80 por acoso, un 70.2% más que en el mismo periodo del año pasado.

Por abuso sexual van 445, es decir 24.6% más que en 2022; por violencia familiar, se tiene registro de tres mil 906 casos, un 5.8% más que el año pasado, pero hubo una baja en hostigamiento sexual, con solamente seis casos, un 25% menos, y en violación simple, con 83 casos, la reducción es de 49.7% hasta el momento.

Esos son los delitos contra las mujeres, pero las cifras no terminan, pues el Comité Ciudadano de Seguridad Pública en Sonora reseña que en homicidios dolosos en Sonora durante julio hubo 113 víctimas contra las 99 de junio, lo cual significa un incremento de 14.1%.

“Con base en el número de víctimas, Sonora fue la décima entidad con el mayor número de homicidios dolosos”, cita el organismo, en tanto que a nivel nacional se redujeron las víctimas de ese delito, ya que hubo dos mil 462 durante julio, un decremento de 3% con respecto a junio.

Se presentaron dos víctimas de feminicidio, aunque en junio fueron cuatro, pero a nivel nacional hubo 71, esto es una reducción de 13% con respecto al mes anterior.

En materia de violación, junio trajo consigo 14 denuncias, un 22% menos que en junio, y en violencia familiar el decremento fue de 17% en las denuncias, al pasar de 630 en junio a 522 en julio, en el plano nacional.

En el robo a casa habitación fueron 69 denuncias, decremento de 40%; en robo a negocio, 41, decremento de 30% con respecto al mes anterior, y en robo de vehículo se registraron 166 denuncias, un decremento de 9% con respecto a junio.

Son las cifras frías de la violencia en Sonora. El problema es que son escasas las reducciones, pero las alzas están siempre a la orden del día y eso es lo preocupante porque no se ve poder humano capaz de detener el problema.

Son escasas las noticias sobre detenciones de peces gordos “generadores de violencia”, como ahora les llaman, pero los números de delitos sí se incrementan permanentemente.

Sin embargo, los diversos sectores de la entidad están dormidos. Nadie quiere sacar la cara para exigir paz, sino que parecen estar ya acostumbrados al rugir las armas y mientras no se toque a uno de los suyos, pues que todo siga como hasta ahora.

Es la paz de la indiferencia en medio de la guerra por el control de las plazas de Sonora qué herida.

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com

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