La designación de un cronista ha quedado prácticamente en meras palabras sin que la intención avance realmente de una u otra forma...
Por: Gerardo Armenta
Por lo visto, en los municipios del sur del estado no existe mucha vocación por lo que podría entenderse como memoria de su devenir. Es así porque no hay en su entorno un esfuerzo visible o notoria encaminada al recuento de los hechos que ocurren en sus particulares ámbitos. Viene a mención este asunto porque al parecer en Huatabampo andan en busca de un cronista.
Realmente una búsqueda similar tendría que estar vigente en lugares como Navojoa, Álamos, Etchojoa y Benito Juárez. Como bien se sabe, en ninguna de estas demarcaciones existe un relator habilitado oficialmente para que se encargue del seguimiento de lo que podría entenderse con toda razón como memoria propia de la comunidad. Este parecería un ejercicio inútil o hasta ocioso, porque en realidad nunca se ha emprendido en el ámbito sureño con la seriedad o el rigor que es pertinente exigir en un quehacer de esa naturaleza.
La anterior es una obviedad en la que, sin embargo, es preciso reparar con puntualidad meridiana. Un cronista municipal definido con rapidez simplemente no es más que eso: un relator de hechos públicos generados en una determinada comarca. A primera vista parecería que esta tarea puede incumplirse sin que pase nada. Pero obviamente sí pasa y mucho. Porque no es posible ni aceptable que una comunidad asuma como normal la ignorancia sobre sí misma. Tal puede ser la peor o más condenable de cualquier ignorancia que se quiera invocar.
Consideraciones de este tenor vienen a mención porque se ha sabido que el Ayuntamiento de Huatabampo estaría por suscribir una convocatoria para elegir al cronista municipal. El anuncio lo hizo el propio alcalde Juan Jesús Flores Mendoza a lo largo de una reciente sesión de Cabildo, lo cual garantiza la seriedad del propósito que se comenta. Aunque ésta podría ponerse en duda porque el trámite al que se alude prácticamente deberá ocurrir en el último tramo de la actual administración municipal de la Tierra de los Generales.
Pero este es un dato que no afectará para nada el propósito al que se alude porque la elección del cronista de Huatabampo tendrá carácter vitalicio. Y ya se tiene un aspirante al cargo. Se trata del historiador Carlos Balderrama Corral, quien ya manifestó su intención de ocuparse dela tarea que se comenta. El alcalde Flores Mendoza dijo por su parte que su intención estriba en dejar resuelto este pendiente antes de terminar su tarea en septiembre venidero. He aquí un buen propósito que vale apreciar con el significado que hace notar.
Eso es en Huatabampo. ¿Y en Navojoa, por ejemplo? Al parecer no existe nada al respecto. En varias ocasiones voceros oficiales han abordado este asunto. Pero la designación de un cronista ha quedado prácticamente en meras palabras sin que la intención avance realmente de una u otra forma. Esta podría ser una clásica asignatura pendiente, como suelen decir los practicantes de un lenguaje al parecer de altura y hasta elegante.
Quién sabe. Sin embargo, lo cierto es que Navojoa sigue en estas alturas sin cronista propio. Como se sabe, el cargo quedó acéfalo (he aquí otra elegancia verbal como la propia de la asignatura pendiente) desde el sentido fallecimiento de Manuel Hernández Salomón, quien se dedicó a cumplir con ese trabajo amparado en una gran constancia y eficiencia admirables. Bien debe recordarse que Manuel hasta se permitió escribir libros sobre la historia navojoense, en lo que ciertamente fue de su parte una auténtica y muy reconocible tarea.
El quehacer de Hernández Salomón como relator del acontecer municipal cubrió con creces la emocionante tarea de traer a mención vía la escritura la historia de una determinada comunidad. De allí la importancia de un cronista municipal. Un quehacer así no es necesariamente sencillo o elemental. Requiere, por supuesto, de ciertas aptitudes o capacidades, pero sobre todo de una gran disposición para quizá desentrañar o documentar sucedidos de muy diverso talante y presentarlos a la comunidad donde ocurrieron como referencias históricas casi siempre de gran valor público o vecinal.
En Navojoa como Huatabampo también debe haber quienes respondan por su interés y capacidad para asumir eventualmente las funciones de cronista. Todo depende de que oficialmente se pongan manos a la obra para hacer la elección o el nombramiento respectivo. Este es un trámite al que por alguna razón en Navojoa se le ha venido dando muchas vueltas. Alguna razón debe existir para ello. En todo caso las autoridades sabrán mejor que nadie en qué momento abordar el trámite en mención y cubrir un espacio de trabajo que debe ser importante atender con razonable puntualidad.
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