Ante pestilentes aguas negras
Por: Gerardo Armenta
He aquí un titular periodístico impresionante: “Afloran aguas pestilentes en el Paredón”. El asunto se refiere a la comunidad de Paredón Colorado. Y tal fue la noticia principal presentada por DIARIO DEL MAYO en su edición de ayer viernes.
A la hora de la hora los hechos se explican por sí solos. Y lo que plantean es lo que sigue: “Habitantes de Paredón Colorado pidieron al Ayuntamiento de Benito Juárez que atienda los constantes afloramientos de aguas negras que se registran en diversos sectores de la comunidad”.
Quizá no haya mucho que abundar a renglones como los anteriores. Pero tal presunción resultaría equivocada. Sin duda. Porque no es posible ignorar que el mencionado es un problema recurrente en los últimos años, pero acentuado desde hace tres meses.
Los vecinos del lugar (muy conocido por sus platillos a base de camarones) no quisieron dar sus nombres al formular la denuncia que se comenta. Pero no es porque sean sangrones o petulantes. Lo cierto es que no se quisieron identificar por temor a las represalias. Valdría la pena preguntar: ¿Represalias por parte de quién?
Increíble pero cierto: temen que las autoridades municipales las reprendan (por decirlo amablemente) sólo porque se animaron a plantear una situación de salud pública que afecta directamente a la población de Paredón Colorado. Resulta deplorable que en estas alturas existan autoridades de carácter municipal capaces de reprender a vecinos por el solo hecho de hablar con la prensa y plantear asuntos que les afectan directamente, no desde ayer, sino desde muchísimo tiempo.
Sin embargo, por lo visto las cosas están allí como quedan descritas. Aunque no paran en este lindero. La gravedad del problema descrito se advierte, en uno de sus flancos más lastimosos, con la siguiente descripción: “Allí andan los niños pisando todo el cochinero. Y de hecho muchos han tenido enfermedades gastrointestinales y de otro tipo. Y mientras tanto, el gobierno no hace nada. Ni tampoco la Secretaría de Salud, a la que también le compete”.
Así se expresó una madre de familia de Paredón Colorado. La que también recordó que la atención del drenaje fue un tema de campaña del alcalde Florentino Jusacamea Valencia. E igualmente expuso: “Pero esos compromisos de campaña que tanto cacareó han quedado en palabras nada más”.
Otra vecina del lugar juzgó: “Los olores son insoportables. Es una vergüenza. Nada más de ver esas aguas verdosas se nos revuelve el estómago y nos duele la cabeza”. Y estas otras consideraciones: “Por salud, por economía y por muchas otras cosas, el presidente municipal debe atender este problema. Siempre dice que no hay recursos. Pero pues que los busque donde sea. Porque esto es una prioridad”.
Así las cosas en esta comarca de Benito Juárez. No puede negarse que Paredón Colorado es de alguna forma un lugar de turismo regional. Por este otro motivo habría que dotarlo de otra fisonomía que no tenga nada que ver con el afloramiento de aguas negras.
Sin embargo, el punto central de esta situación tiene que ver con la salud de la población de la comunidad. Sin hacer menos a nadie, lo que procede de inmediato es que las autoridades pongan manos a la obra y de este modo lograr allí un saneamiento ambiental que garantice el bienestar de sus habitantes.
No deja de llamar la atención que con el paso del tiempo se dejan crecer anomalías o problemas que tendrían que finiquitarse apenas se dan a notar. Pero no hay dinero para asumir los trabajos respectivos, suele ser la excusa más socorrida de las autoridades de todo nivel. No reparan en que muy pronto se les olvidan las sentidas promesas de campaña que hicieron para lograr hasta lo imposible en la solución de los problemas de ciudadanos.
Pero a menudo se trata de meros cuentos que en tiempos electorales se repiten una y otra vez hasta que se logra el voto popular. Empero, la decepción ciudadana viene después. Es decir, cuando las autoridades toman posesión y a las primeras de cambio se olvidan de sus más sentidas promesas. En Paredón Colorado, por lo visto y sabido, están sufriendo un trance de esta ofensiva catadura.
A sus vecinos les dicen que no hay dinero para resolver el agobio pestilente y peligroso de las aguas negras convertidas allí en una realidad cotidiana. Y el problema es que prácticamente está a la vuelta otra campaña electoral. Qué abuso…
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