Crisis de la seguridad pública

Menuda respuesta deja en evidencia que en esta materia hay una crisis exponencial, pues cada día hay uno o dos crímenes

Por: Francisco González Bolón

Dicen que algunos abogados han echado pestes de cómo es que Javier Lamarque Cano aspira a reelegirse si ni siquiera sabe cómo enfrentar en sus declaraciones los sucesos del sábado pasado, cuando una mujer fue asesinada en el interior de una carnicería.

El presidente municipal de Cajeme parece absorto en sus planes reeleccionistas y no quiere manchar su imagen con estos sucesos que están pasando en su municipio, no en Yucatán o en Michoacán. Y sale únicamente a justificar a una incapaz Policía Municipal que varias horas antes supo en su momento lo que el agresor de la muchacha había hecho y no fue para actuar “porque no está en flagrancia”.

Menuda respuesta que solamente deja en evidencia que, en materia de Seguridad Pública, hay una crisis exponencial, como dicen los abogados, pues cada día hay uno o dos asesinatos, de hombres o mujeres, y las autoridades federales, estatales o municipales solamente alcanzan a colocar a los soldados o la Guardia Nacional en las entradas a las colonias o comunidades para que sirvan como agentes de Tránsito, pues, la verdad, son escasos los resultados de esos “retenes”.

Mientras tanto, los malosos se apoderan de casas solas y las hacen sus guaridas para dirigir desde ahí sus acciones de narcomenudeo.

¿De qué sirve, sostienen, que “la Policía Estatal de Seguridad Pública de Sonora, con un 93.7 por ciento de elementos certificados, avanza para ser la corporación mejor evaluada en el país”, como afirmó María Dolores del Río, secretaria de Seguridad Pública?

Hay muchas áreas de la vida pública de Sonora que se están descuidando por estar inmiscuidos en tareas partidistas y al que dejan como responsable, el Secretario de Gobierno, no sirve para maldita cosa pues solamente está pensando cómo saldrá mejor en las fotos con las que se está promocionando como posible candidato en 2024, aprovechando esos momentos de fama al salir a la opinión pública.

Por eso, la gente está indignada y en este espacio se han recibido cartas sobre el tema, que a continuación reproducimos:

“Alguna vez un político dijo: Cajeme es la mejor ciudad para vivir… lo gritó a los cuatro vientos, lo decía en cada evento público, en cada casa, en cada rincón de Cajeme de donde era Alcalde. Lo dijo tantas veces, lo repitió sin cansarse que parece que la violencia se lo creyó y se lo tomó muy en serio anidándose como su mejor lugar en el mundo para vivir. Y no, no se trata de echarle la culpa al pasado ni tampoco de juzgar sus buenos deseos, que sin duda creemos que eran buenos, se trata de preocuparse seriamente porque ya son tan diversos los casos de violencia que en el álbum de las ciudades del mundo ya llenamos hasta la estampa más difícil… preocuparse también porque los únicos que se han tomado en serio y trabajan con ahínco en su tarea son los que viven de ella en su pan de cada día. Tenemos tristeza, preocupación y miedo. Ya no basta que salga un Secretario, una Secretaria o todos los funcionarios juntos y que con sonrisas nos quieran mentir diciéndonos que han mejorado los índices de violencia, que han bajado las llamadas al 911. ¿De verdad creen que creemos eso? ¿De verdad algún cajemense lo cree? ¿De verdad Lamarque también lo ve así? Como si no supiéramos nosotros, los que sí somos ciudadanos, que la cruda realidad es totalmente distinta. Allá ellos si no saben qué hacer con la verdad. Como si no escucháramos los estruendos confundidos con sonido de fiestas patrias ahora prohibidos. Este es el día con día. Esos tres balazos nos retumban y no, no podemos curarlos con saliva, como dice el famoso corrido… No pedimos tanto Secretario de Seguridad Pública cajemense: solo pedimos que la misma altísima intuición de Policía para llevarse a una muchacha que se dio una vuelta en “U” hubieran tenido para ir tras de ese sujeto acosador que se convirtió en asaltante asesino. No pedimos más que algo a lo que tenemos legítimo derecho… queremos una vez mas solo Paz para Cajeme…”.

Y ESTA ES LA SEGUNDA:

“Cajeme, la ciudad que llora.

Cajeme es una ciudad que llora; el sitio donde la violencia ha encontrado su hogar. El lugar condenado por las coordenadas de un modelo económico que descargó su mayor desprecio por las regiones productoras de granos básicos. Cajeme es el epítome de la violencia, que, como maldición, cubre el cielo del territorio nacional.

“La violencia entraña un mal socialmente autodestructivo. Su peso es histórico; trasciende lo espontáneo y se construyen estructuras que la retroalimentan como instrumento de propagación del miedo y desarme de la organización social.

“Es, como se ha visto, arma de los que tienen el poder y el interés imperial de subyugar pueblos y naciones para imponer destinos opuestos al derecho humano fundamental: el derecho a la ciencia, a la tecnología y a vivir sin miedo y feliz.

“Parafraseando al poeta, la violencia es una flor que se riega con la desmesurada ambición por el dinero. La sujeción a ese objeto y su jerarquización estructuró el móvil de la violencia.

“Una sociedad basada en el dinero, no sólo subirte la teoría económica del valor, termina por subvertir la capacidad moral para sobrevivir.

“Se dice con frecuencia que si quieres encontrar la causa de los grandes males tienes que seguir la ruta del dinero. Y es cierto; pero cuando esto conduce a los grandes centros financieros y bancarios, vemos a la mayoría de los políticos y gobernantes rendirse en forma balbuceante frente a la violencia.

“Pagamos con muertos la conducción de un gobierno muerto de miedo”.

Y mientras tanto, las manifestaciones a favor de la paz solamente están organizadas por las familias afectadas.

¿Dónde están los organismos empresariales y sus dirigentes? ¿Acaso no quieren verse involucrados para no perder privilegios ante el Gobierno? ¿Temen auditorías? ¿Qué pasa en Cajeme que los sectores económicos y sociales parecen indiferentes ante tanta violencia?

EN EL CBTIS 37

Pues en cuanto se dio a conocer la información de la corrupción en el Cbtis 37, con el Director y sus secuaces, surgieron voces que se mantenía calladas porque nadie las tomaba en cuenta sobre cómo les piden dinero para acomodar a sus hijos en la mañana o una especialidad.

Para empezar, sostienen, el Director ya trae antecedentes de otras escuelas en las que hacía lo mismo, por lo cual se pide a las autoridades educativas que actúen ya porque este tipo de actos no encajan ya en estos tiempos en los que se supone se está combatiendo a fondo a la corrupción.

Hay una lista con nombres de los alumnos a los que se les debe llamar para que paguen y, por supuesto, con esos 18 que se ven ahí tiene el responsable de la escuela suficiente para sacar buen dinero.

¿Será acaso que de esa manera se está cobrando la compensación que no le dan porque su sueldo aún no alcanza el nivel de director? Y es que, debido a las denuncias que desde el año pasado están en la Ciudad de México bajo investigación, le tienen retenido su nombramiento y solamente tiene el carácter de “Encargado del despacho”.

Pues mientras son peras y manzanas, el Director no acudió a sus oficinas y el personal solamente alcanzó a decir que “está en Hermosillo”.

Ya veremos si las personas que salieron a dar la cara con otras denuncias las canalizan adecuadamente para que haya una solución definitiva. Por lo pronto, las quejas las pueden enviar a los siguientes correos electrónicos: estatal.sonora@dgeti.sems.gob.mx y denunciapp@sonora.gob.mx

Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com

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