Impugnarán edil étnica
Por: Gerardo Armenta
El domingo anterior se eligió formalmente en Huatabampo a la regidora étnica del Cabildo. Se trata de Leobarda Humo Zúñiga. Pero eso de que fue electa no parecería del todo un proceso formal. ¿Sabe usted por qué? Simplemente porque ese proceso será impugnado. Esto significa que dicho mecanismo no tiene o no tuvo una cabal o definitiva aceptación de quienes son o debieron ser sus protagonistas.
Suele ser más o menos común que en un espacio como este se aborden asuntos indígenas regionales con cierta frecuencia. Es así porque el periódico que tiene en sus manos suele brindar, en muy buena hora profesional, una pertinente atención a la información que tiene que ver con la Etnia Mayo. Como lector, uno agradece esa actitud por lo que significa como beneficio para estar al tanto de las diversas circunstancias existenciales que tienen que ver con la población indígena de esta región, como es propio ocurra habida cuenta de su importancia social.
No puede negarse que en su ámbito o rutinas habituales es común que entre los integrantes de la etnia salgan a relucir diferencias que en ocasiones asumen medida de conflicto. El más reciente de éstos, como quedó dicho renglones arriba, ocurrió el domingo pasado en el marco de la elección que tiene que ver con la regidora étnica de Huatabampo. El proceso respectivo se llevó a cabo en el Templo Mayor de la Santísima Trinidad de El Júpare. Pero rápidamente ese mismo día afloraron tanto discordia como inconformidad.
Leobarda Humo Zúñiga rindió protesta como triunfadora del proceso de que se habla. Sin embargo, quedó en claro que se procederá a impugnar su triunfo. ¿Entonces? Tal es lo que cabría averiguar. ¿Pero dónde y con quién? Por lo pronto cuatro gobernadores mayos cuestionaron también la elección de que se habla. Las cosas respectivas deben estar un poco (o un mucho) complicadas. Tome usted nota: en la jornada que se menciona no estuvo nadie del personal propio del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana.
Y no estuvo porque en el evento no se le acreditaron mínimas garantías de seguridad. ¿Pues de qué se trataba? Tal puede ser la pregunta. Aunque la respuesta es la que más importaría. "No fue un proceso legal", dijo María del Rosario Avilés Carlón, Gobernadora Tradicional. Argumentó que solamente estuvo una aspirante al cargo y que mostró la firma de alguien que no es gobernador tradicional. También fue notorio que faltaron cuatro integrantes de la comisión electoral respectiva. Por razones de esta naturaleza el proceso será impugnado.
El asunto a que se alude es mucho más serio de lo que aparenta. Habrá un cuestionamiento sobre sobre el resultado del proceso. Esa réplica se llevará al Instituto Estatal Electoral y al Tribunal Federal Electoral. ¿Qué necesidad existirá de llegar tan lejos, especialmente en lo que tiene que ver con la segunda de las instancias planteadas? La Gobernadora Tradicional Avilés Carlón afirmó que se quiere un proceso limpio y democrático en el que participen todos los pueblos indígenas y se cumpla con la legalidad.
Pero el problema es que en la elección para regidora étnica de Huatabampo participó al parecer muy poca gente. La causa que explica este hecho reviste un problema más. Avilés Carlón dijo al respecto que la elección dominical se llevó a cabo en un lugar sagrado. Es decir, en el Templo Mayor de la Santísima Trinidad de El Júpare, lo que consideró como una falta de respeto. Debió serlo, se pensaría. Entonces, ¿quién y por qué tomó la decisión para que el evento se llevara a cabo en el lugar donde ocurrió?
La respuesta a esta pregunta seguramente conduce a un problema más de los muchos que, por lo visto, nutren una situación como la descrita. Por lo demás, debe tomarse en cuenta que la que se comenta es la tercera ocasión en que se realiza un mecanismo para elegir a la regidora étnica de Huatabampo. Lo obvio sería preguntar por qué no ha sido posible cumplir exitosamente ese mecanismo. Conviene recordar que no siempre lo obvio puede ser lo más fácil de entender. En ocasiones parecería lo más complicado.
En la Tierra de los Generales hace falta una representación indígena en el Cabildo local. Lo pertinente sería que la hubiera sin mayores dificultades de por medio. Parecerían ingenuas todas estas consideraciones. Pero lo cierto es que no lo son, porque simple y llanamente topan con una particular realidad que, como la indígena, tiene sus propios fueros, lo cual es legítimo y entendible, pero no al extremo de oponerse a su propia conveniencia, como es la de tener un representante propio en un Cabildo. A lo mejor en eso está el problema...
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