Álvarez Máynez en MC; nuevo líder nacional

Casi a comienzo de mes Jorge Álvarez Máynez fue electo como nuevo presidente nacional de Movimiento Ciudadano

Por: Gerardo Armenta

Sin mucho ruido de por medio, casi a comienzo de mes Jorge Álvarez Máynez fue electo como nuevo presidente nacional de Movimiento Ciudadano, partido que no suele ser identificado como tal, sino únicamente con su denominación a secas. Su nuevo dirigente fue candidato en la reciente contienda presidencial. No lo hizo del todo mal. Entra como relevo de Dante Delgado, quien es prácticamente alguien, así como el hombre fuerte de esa organización.

No falta, incluso, quien lo identifique como una especie de dueño a perpetuidad de MC. El arribo al mando de MC por parte de Álvarez Máynez se produjo porque al parecer Delgado tiene problemas de salud. En realidad, cambió todo el equipo de mando nacional existente en MC. Debió ser así, no sólo por el arribo de Álvarez Máynez, o por este mismo hecho, que se inscribe en la necesidad de que los partidos políticos existentes lo sean realmente.

Sin embargo, parecería que la tendencia de que se dispone al respecto camina en sentido contrario. Dos de los tres principales partidos políticos nacionales (los de mayor hondura en el contexto político histórico del país) viven hoy por hoy circunstancias poco favorecedoras para su proyección. Morena es caso aparte. Y puede resumirse en el hecho de que hoy vive una espectacular coyuntura política como partido en el gobierno (en casi todas las instancias de gobierno, con lo que prácticamente puede quedar dicho todo).

Lejos, pero muy lejos de esa exitosa modalidad, parecería que, por ejemplo, el PRI ha cancelado la posibilidad de un reencuentro con lo que fue como ente partidista, sometido a una autoridad nacional que no parece llevar nada para la propia causa. Parecería, en cambio, que allí terminó por acreditarse la convicción de que el tricolor es únicamente su actual mando nacional, y que desde la Ciudad de México podrán revertir la adversidad por la que pasan hoy las siglas tricolores.

En el PAN, como igualmente se sabe, no andan mejor las cosas en el mismo sentido. Se pensó que con el arribo de su nuevo dirigente nacional cambiarían un tanto los modos blanquiazules. La verdad es que Jorge Romero Herrera no ha mostrado mayores credenciales políticas. Llegó recientemente al cargo envuelto en una alharaca mediática. Pensó seguramente que el truco estaba en hablar y hablar, en una actitud o pose carente de franqueza. Pero al mismo tiempo, con una rapidez digna de mejor causa, empezó a recibir señalamientos adversos o poco favorables. Y aunque dicen que la política es así, de todas maneras, es posible que esa actitud no haya dejado de causar ciertos perjuicios de imagen.

Al PAN, dentro de lo que cabe, se le reconocen muchas más posibilidades de sobrevivencia política y electoral. Pero al final serán los hechos los que marquen el derrotero en estas materias, sin ignorar, por supuesto, las evidencias que en lo general y lo particular se tienen a la mano. A un contexto de esta naturaleza descrito a grandes rasgos, arriba el nuevo dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, si bien se creería que en estas alturas no hay mucho que hacer o decir frente al poderoso predominio de un partido como Morena.

Empero, una contundencia electoral como la que distingue a las siglas en el poder, no tendría por qué impedir el quehacer de un partido político o varios que busquen cumplir con sus objetivos. Aunque dicen que el hacer político es mucho mejor mientras existan menos adversarios al frente, lo cual debe ser cierto. Sea como sea, lo cierto es que Movimiento Ciudadano y Jorge Álvarez Máynez en su dirigencia tendrán que darse a notar como verdaderos opositores, si es que no quieren que rápidamente se les tilde como del montón.

Es claro que esto del montón no debe ser precisamente lo deseable, y mucho menos cuando, en términos de cultura política y partidos, lo que se necesita es lo contrario. Siglas como las del PRI y PAN figuran hoy en una situación difícil para su causa. No está claro en qué momento podrían lograr una presente o inmediata reivindicación histórica, tarea que no ha de resultar fácil bajo ninguna circunstancia. Tal es el problema en que terminó por incurrir el sistema partidista de un país como el nuestro a la luz del achicamiento de siglas como las tricolores y blanquiazules.     

De tal suerte, pronto se verá bajo qué modos o actitudes Movimiento Ciudadano y su nuevo dirigente nacional están interesados en hacer política y consecuentemente para beneficio de qué o quiénes. Estas simples o complicadas premisas serán más que suficientes para advertir cuáles son los horizontes por los que MC quiere transitar en una coyuntura nacional como la de hoy.      

armentabalderramagerardo@gmail.com


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