Trata de engañar a la población para evitar críticas por su alianza con Morena a fin de sacar adelante iniciativas presidenciales
Como de Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, todo se puede esperar, no sé si reír o llorar ante sus declaraciones de ayer:
“El Partido Revolucionario Institucional es un instituto político donde ha prevalecido la unidad y la construcción de acuerdos; hacia el interior de sus filas y ante el pueblo de México, somos un partido de principios que no son negociables y menos pueden ser condicionados”.
Sí, en verdad, eso dijo. No le estoy mintiendo. Pero, como dicen en mi rancho, que en su casa se lo crean.
Cómo darle credibilidad a un sujeto que por salvarse de la cárcel, o quién sabe con qué lo amenazaron los morenos, prefiere echar al precipicio lo que quedaba de prestigio en su partido.
Y todavía se pone a jactarse:
“Hoy reiteramos que, en un marco de respeto y civilidad, las decisiones en el PRI –que quede claro- las determinan las y los priistas de todo México. Nosotros seguiremos luchando a favor de la institución, de la militancia y a favor de construir siempre lo mejor para nuestra gente”.
Qué clase de cinismo de este incapaz dirigente, que no fue capaz de construir victorias importantes para sus agremiados en los pasados comicios.
Pero, como luego dicen, es parte de la vida política a como se le concibe y practica en México, donde sin importar ideologías o la lucha por el bien común de la sociedad, se pacta, se negocia, se traiciona y se mandan al diablo a las instituciones con tal de hacer valer los intereses del grupo en el poder.
El llamado Alito, en el colmo de las desvergüenza, sostuvo también que en ese partido que alguna vez fuera invencible, “se toman decisiones con responsabilidad y siempre pensando en lo mejor para los ciudadanos y nuestro país”.
O sea, a toda costa trata de engañar a la población para evitar las críticas acerca de su alianza con Morena para sacar adelante iniciativas presidenciales que a una buena parte de la población le parecen aberrantes.
Nadie en su sano juicio va a pensar, como él sustenta, que “en el PRI nadie está a favor de la militarización”.
Más bien, parece justificar, se votó a favor de la temporalidad de la coadyuvancia de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el crimen organizado porque, declara, “imagínense ustedes que está el incendio y quieren retirar a los bomberos”.
Con ese juego de palabras, el dirigente nacional del PRI más bien busca salvar el pellejo y evitar que aquellos priistas en contra de sus decisiones lo vayan a destituir en los próximos días, pues ahora menos que nunca le conviene estar lejos de esa posición de poder porque tiene que defender todos aquellos planteamientos que Morena le haga llegar o si no, aquello de su pérdida de fuero y pisar la cárcel se le puede volver una realidad.
Según Moreno Cárdenas, el votó en contra de la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. Más bien su idea es ampliar el periodo de acompañamiento de las Fuerzas Armadas a la Guardia Nacional.
Y ahora solamente falta que convenza a los dirigentes del PAN y PRD de su “inocente” postura. Por ello, les lanzó un mensaje:
“En el PRI somos un partido aliancista, desde hace muchos años hemos trabajado en las alianzas, somos un partido que sabe trabajar desde el poder o desde la oposición. Fuimos los impulsores de Va por México con los partidos PAN y PRD, porque creímos y creemos que somos un muro de contención para cualquier intento que busque cambiar las reglas de la democracia del país”.
Pues habremos de decirle que primero aplique la democracia al interior de su partido y luego busque impedir que alguien quiera cambiarla en el país.
Porque, en la política, candil de la calle y oscuridad de su casa, ya hay muchos.
Comentarios: franciscogonzalez.bolon@gmail.com