Con el Plan Cero Ocio, del presidente de El Salvador, los presos barraerán las calles para mejorar infraestructura; sólo deben llenar un requisito
Por: Edel Osuna
Uno de los presidentes más populares y carismáticos del mundo es Nayib Bukele, un empresario joven que, con mano dura contra las pandillas, ha llevado tranquilidad al pueblo, que por años estuvo azotado por criminales que asesinaban a la menor provocación.
Por ello, el 27 de marzo del 2022, tras un fin de semana en el que se perpetraron 87 asesinatos, decretó el Estado de Excepción, que consideraba las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18 como terroristas, por lo que se ordenó su inmediata detención.
El sólo hecho de retirar de las calles a quienes tenían asolados fue bien recibido por sus detractores; sin embargo, también consideró que el que los presos estén nada más consumiendo recursos, y a fin de brindarles una reinserción completa, creó el Plan Cero Ocio.
EN QUÉ CONSISTE CERO OCIO
Este programa consiste en brindar a los reos en fase de confianza, que con trabajo comunitario puedan aportar a la sociedad.
Con este plan, quienes una ocasión eran azote, hoy se convierten en impulsores, ya que las labores que desarrollan en beneficio del pueblo salvadoreño son: limpiar, pintar, reconstruir y mejorar la infraestructura en El Salvador, como una forma de reparar el daño hecho a la sociedad.
Los requisitos para ser objeto de este beneficioso programa es que quienes estén en prisión sea por delitos menores, y las obras en que aportarían sería en barrido de calles, playas, arreglo de hospitales y escuelas, o que construyan casas en las cárceles salvadoreñas.
Y no quedó en letras, sino que el Plan Cero Ocio es aplicado, a grado tal, que existen video en los que se aprecia el trabajo de los presos, quienes son dotados de herramientas como carretillas, escobas y bolsas para la basura.
Con ello se busca desarrollar en quienes están privados de la libertad hábitos positivos y una disciplina laboral, lo que se ha estado logrado.
Bajo este régimen, se estima que aproximadamente dos mil reclusos son sacados a las calles para que devuelvan con bien, los daños hechos.
Y, por si eso no fuese suficiente, además de en la calle, también al interior de las cárceles los presos tienen ocupaciones en actividades productivas.
