Administraba fuertes analgésicos en exceso a sus pacientes con dolor crónico, hasta volverlas adictas y obligarlas a tener sexo a cambio de la receta
Por: Ofelia Fierros
El médico argentino Ricardo Cruciani, de 68 años, quien estaba preso por cargos de violación de al menos 17 mujeres, fue encontrado sin vida en una ducha de la prisión de Rikers Island, en Nueva York, con una sábana atada a su cuello, en aparente suicidio.
El Departamento de Bomberos de Nueva York reveló que respondieron a la llamada de auxilio a las seis de la mañana e intentaron resucitarlo; sin embargo, el médico neurólogo murió en el lugar.
Cruciani había ingresado al Centro Correccional apenas el 29 de julio pasado, acusado de violar a sus pacientes, ya que cuando las mujeres acudían a él para lidiar con enfermedades de dolor crónico las manoseaba y las besaba antes de usar su entrenamiento psiquiátrico para manipularlas.
Asimismo, administraba fuertes analgésicos en exceso, hasta que las mujeres se volvieron adictas y tenían que recurrir a él, pues ningún otro especialista les recetaba la cantidad que necesitaban para mantener su adicción y así las obligaba a mantener relaciones sexuales.
Asimismo, se informó que el galeno estaba bajo vigilancia suicida, pero el guardia encargado de su custodia había dejado su puesto; sin embargo, la Asociación Benéfica de Oficiales Correccionales negó esta acusación.
Ricardo Cruciani, calificado como “el mal con bata blanca”, por los fiscales, fue declarado culpable de 12 cargos de violación en tercer grado, intento de violación, abuso sexual, agresión sexual depredadora y acto sexual criminal, por lo que esperaba su sentencia que sería el 15 de septiembre, en la que enfrentaría entre 25 años de cárcel y cadena perpetua.