Alabama utilizó un nuevo método para llevar a cabo esta ejecución, y fue el pionero en Estados Unidos
Por: Luis Valenzuela
Kenneth Eugene Smith, un nombre que quedará marcado en la historia judicial de Alabama, fue sentenciado a pena de muerte por su participación en un oscuro episodio de asesinato por encargo en 1988.
El trágico suceso tuvo como protagonista a Elizabeth Sennett, cuyo marido, el ministro Charles Sennett, supuestamente tramó su asesinato con motivaciones macabras.
De acuerdo con los registros judiciales, Charles Sennett, quien además de ser un ministro religioso era esposo de Elizabeth, habría conspirado para eliminar a su esposa mediante un elaborado plan. Contrató a un intermediario que, a su vez, reclutó a otras dos personas, incluyendo a Kenneth Smith, para llevar a cabo el homicidio y hacerlo pasar por un robo común.
Los motivos detrás de este maquiavélico plan se revelaron cuando las autoridades descubrieron que Charles Sennett, según documentos judiciales, mantenía una relación extramarital y había adquirido una póliza de seguros para su esposa.
La situación se complicó aún más cuando, una semana después del asesinato, Charles Sennett se quitó la vida, aparentemente al sentirse acorralado por las investigaciones que lo señalaban como el cerebro detrás del crimen.
LA HISTORIA DE KENNETH SMITH NO TERMINÓ CON LA DETENCIÓN
El acusado fue sometido a dos juicios, siendo el segundo en 1996 el más decisivo. En este, el jurado inicialmente votó 11 a 1 a favor de la cadena perpetua, pero un juez revocó esa decisión y sentenció a Smith a la pena de muerte.
EL CAMINO HACIA LA EJECUCIÓN DE SMITH ESTUVO MARCADO POR DIVERSOS GIROS
En noviembre de 2022, Alabama intentó llevar a cabo la pena de muerte mediante inyección letal, pero la ejecución fue cancelada debido a problemas para colocar una vía intravenosa; Smith expresó en varias ocasiones su deseo de ser ejecutado por hipoxia de nitrógeno, un método alternativo.
En un giro inesperado en agosto, el Estado de Alabama accedió a utilizar la hipoxia de nitrógeno y publicó un protocolo, sin embargo, Smith impugnó el protocolo argumentando que podría causarle "dolor sobreañadido" y plantear riesgos para su salud, incluyendo la posibilidad de un derrame cerebral o dejarlo en estado vegetativo en caso de fallo.
A pesar de sus protestas, un juez federal en enero de este año allanó el camino para la ejecución con nitrógeno, al determinar que no existían pruebas suficientes para concluir que el protocolo causaría a Smith un dolor adicional.
Aunque reconoció el velo de secretismo sobre los procedimientos de pena capital, el juez señaló que Alabama proporcionó un protocolo sin editar al equipo legal de Smith, revelando más detalles sobre la ejecución, como la máscara específica que se utilizaría.
En un último intento desesperado, horas antes del procedimiento, Smith presentó una solicitud ante el Tribunal Supremo para suspender la ejecución, buscando que los jueces evaluaran una impugnación legal al fallo que autorizó la ejecución.
Sin embargo, la Corte rechazó la medida de último minuto, y Kenneth Eugene Smith enfrentó su destino en una ejecución que puso fin a un capítulo oscuro y retorcido de la historia judicial de Alabama.