Tras una suspención de la red social, las actividades se reanudaron en medio de la promesa del presidente entrante, Donald Trump
Después de que la Corte Suprema ratificara que ByteDance, la empresa propietaria de TikTok, debía vender sus acciones antes del 19 de enero por razones de seguridad nacional, la aplicación pausó brevemente sus operaciones en Estados Unidos. Sin embargo, las actividades se reanudaron en medio de la promesa del presidente entrante, Donald Trump, de "salvar" la plataforma.
El plan de Trump enfrenta serios desafíos legales y políticos. Aunque el mandatario aseguró que emitirá una orden ejecutiva para otorgar una prórroga de 90 días a ByteDance para concretar la venta, legisladores de su propio partido han señalado que no existe una base legal para esta acción. La ley federal que exige la venta fue aprobada con un amplio respaldo bipartidista y ratificada por la Corte Suprema.
El senador Tom Cotton, presidente del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, subrayó que la extensión propuesta por Trump carece de fundamentos legales. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, mencionó que solo sería posible otorgar más tiempo si ByteDance demuestra avances concretos en la venta de sus operaciones en el país.
LA ESTRATEGIA DE TRUMP Y SU RELACIÓN CON TIKTOK
Trump, quien en su mandato anterior buscó prohibir TikTok, ha cambiado de postura, convirtiendo a la plataforma en una aliada durante su reciente campaña presidencial. Con casi 15 millones de seguidores en TikTok, Trump ha reconocido el impacto de la aplicación en su éxito electoral, especialmente entre los votantes jóvenes.
Además, Trump propuso un acuerdo en el que Estados Unidos tendría una participación del 50 por ciento en una nueva empresa conjunta. Sin embargo, los detalles de esta propuesta no están claros, incluyendo si el control sería ejercido por el gobierno estadounidense o por una entidad privada.
El plan de Trump para "salvar TikTok" se enfrenta a un camino lleno de incertidumbres legales y políticas. Aunque la plataforma ha ganado un aliado en la Casa Blanca, las restricciones legales y la presión de los legisladores republicanos podrían complicar los esfuerzos del presidente para cumplir sus promesas. La situación de TikTok subraya la complejidad de equilibrar la innovación tecnológica con las preocupaciones de seguridad nacional en un entorno político cada vez más polarizado.