Además de estas grandes cadenas comerciales, otros autoservicios más se replantean continuar con este servicio; este es el motivo
Por: Edel Osuna
En la constante búsqueda de la modernidad, pero sin perder la agilidad en el cobro de los clientes, grandes cadenas de supermercados pasaron de las tradicionales cajeras a las autocajas.
Y lo que se preveía como un salto para el autocobro se volvió un dolor de cabeza para empresas trasnacionales como Walmart y Costco, quienes estudian la posibilidad de volver a las cajas de antaño: una persona cobrando a la clientela.
Quien ya dio reversa a esta modernidad fue la comercial británica Booths, que decidió eliminar este servicio en 26 de sus 28 establecimientos, estrategia que las grandes minoristas internacionales están replanteando.
De acuerdo con lo declarado por un CEO y portavoz de Booths, los clientes se quejaron de lo molesto y tardado que resultan las máquinas, las cuales calificaron de lentas, poco fiables e impersonales.
A esto se suma, indicó, cuando los clientes se equivocaban en la identificación de frutas y verduras al momento de pasarlas a la autocaja, además de que ese problema también se presentó en cuanto a la compra de alcohol, pues los empleados tendían a verificar la edad del consumidor, lo que no ocurría con el autocobro.
LAS DIFICULTADES DE LA AUTOCAJA
Aunque parecen nuevas, en realidad este servicio no es ninguna novedad, pues empezaron a operar en 1980; la finalidad era la reducción de la mano de obra, con el consabido ahorro en el pago de la misma, y entonces el trabajo entonces pasó al cliente.
Ya en el 2000 esta estrategia fue replicada y durante la pandemia de Covid-19 se convirtió en un aliado para la disminución de contagios derivado de la interacción entre clientes y trabajadores.
Sin embargo, los problemas empezaron a presentarse en las autocajas, ya que las pérdidas por los errores de los clientes a la hora de registrar los productos eran elevadas; esto, aunado a los hurtos, que son mayores a cuando son atendidas por un trabajador. A este hecho se le llama “pérdida desconocida”.
Esta pérdida desconocida se volvió un problema creciente, por lo que las grandes cadenas minoristas tanto de Estados Unidos, como de Europa, que tenían pérdidas de hasta el cuatro por ciento, se replantean eliminar las autocajas.
Estos problemas se agudizaron con los artículos con código de barras mal escaneados, así como con las frutas y verduras y las carnes; aunado a ello, los clientes aprovechan la falta de vigilancia para robar, así como de la verificación de los mismos.
Por ello, y en aras de eliminar ese nivel de pérdida desconocida, es que tiendas como Booths, Walmart, Costco, entre otros gigantes minirositas, estudian el retorno de las cajas tradicionales.
Tan es así, que Walmart ya retiró las autocajas en tiendas de Nuevo México; ShopRite, debido a la queja de los clientes, las eliminó en Delaware, en tanto que Wegmans las retiró el 2022 por pérdidas.
Respecto a Costco, señaló que está colocando más personal en las plazas de autocobro luego de que notaron que personas no asociadas se colaban y usaban membresías que no eran suyas, por lo que decidió eliminarlas.