Los hermanos forman parte del cuerpo de socorristas de Ciudad Obregón, que este 24 de junio celebran el Día del Socorrista
Por: Oviel Sosa
Josué Ricardo y Josías Arturo Flores Pérez no sólo comparten un físico idéntico, ya que, además de sus rasgos y genes similares, los une la actitud de servir a los demás.
Apoyados en su vocación de brindar auxilio a las personas que lo requieren, cursaron la carrera de Técnico en Urgencias, formación que incluye un año de teoría y seis meses de práctica para con ello contar con el aprendizaje necesario, y con ello poder desempeñar la labor de paramédicos, al ser algo que anhelaban.
Hoy en día portan con orgullo, satisfacción y vocación el traje de socorristas de Cruz Roja.
“Mi deseo de ayudar a las personas me llevó a estudiar para paramédico” comentó, Josué Ricardo.
Los hermanos de 24 años de edad forman parte de los más de 60 paramédicos que trabajan en la delegación de Ciudad Obregón, los cuales llevan cinco años laborando con esmero y dedicación enfundados en la indumentaria de paramédicos.
NACE LA CELEBRACIÓN AL SOCORRISTA
El 24 de junio se celebra, a nivel internacional, el Día del Paramédico, debido a que ese día, pero del año 1859, en Italia, se encontraba quien después se convertiría en el fundador de Cruz Roja, el suizo Henry Dunant, a quien le tocó presenciar un enfrentamiento masivo por la disputa del territorio.
“Se enfrentaron el ejército francés y el ejército austriaco, a quien le impactó ver a gente herida que nadie socorría, porque no había una institución dedicado a ello, al él le nació ayudar a las personas, en honor a ese día nace el festejo”, compartió el jefe de socorristas de Ciudad Obregón, José Luis Osegueda Oseguda.
El gestó noble que tubo Henry Dunant al auxiliar a las personas estableció los cimientos para que surgiera a escena la función de los socorristas.
LA VOCACIÓN PRINCIPAL FACTOR
Un paramédico requiere contar con una formación académica para poder tener el conocimiento adecuado y así hacer frente a un escenario donde una persona requiera atención, pero a su vez además del conocimiento es primordial poseer en su ADN la vocación del sentido altruista, algo que no se adquiere en los libros o en la práctica, sino que se trae en la sangre.
“El ser socorrista es algo que traemos de corazón y vocación, el socorrista se dice que somos los ojos y las manos de un médico a distancia”, señaló el encargado de la unidad de rescate en Ciudad Obregón.
El paramédico ofrece un servicio prehospitalario. Una labor que representa la primera línea que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, antes de que el paciente llegue a un nosocomio.
Un socorrista trabaja turnos de 24 horas por 48 horas de descanso, quienes deben estar disponibles por si se ocupa de sus servicios, incluso en días festivos, celebraciones o fechas importantes, pues para portar el traje se requiere estar entregados en cuerpo y alma el 100 por ciento a la institución.
Cruz Roja Ciudad Obregón realiza alrededor de 30 servicios de ambulancia por día, entre los que se encuentran los relacionadas con hechos delictivos, algo que representa un escenario de riesgo para los socorristas.
“Han incrementado los hechos violentos, como agresiones armadas es algo que nos expone”, mencionó Josué Ricardo Flores Pérez.
Cruz Roja Obregón cuenta con nueve ambulancias totalmente equipadas con un valor de un millón 900 mil pesos cada uno, las cuales son consideradas de las mejores acondicionadas del estado de Sonora.
Lo anterior gracias al trabajo que ha hecho el patronato para conseguir los recursos que permitan contar a los socorristas con las herramientas adecuadas para con ello poder brindar un servicio de calidad.
De esta manera la función que realizan los paramédicos es una actividad loable que debemos reconocer en la sociedad al brindar apoyo, auxilio y atención a personas en riesgo, lo cual llevan a cabo apoyados en su sentido humano reforzado por una capacitación integral.
