Los tipos se hacen pasar por personas interesantes, con historias de vida emocionantes, para enganchar a su víctima y sacarle la "lana" con un valioso envío
Por: Eduardo Sánchez
Dice un dicho que "amor de lejos, amor de...", bueno la cosa es calmada; sin embargo, en cuestiones del corazón, la vida te puede dar bellas sorpresas, pero también un tremendo dolor de cabeza, un corazón roto y, de paso, sin un peso en el bolsillo.
Y es que una modalidad que está cobrando fuerza a través de las redes sociales y los servicios de mensajería son las propuestas románticas respaldadas por una promesa de matrimonio.
Se trata de personas que se presentan ante sus víctimas como hombres con una historia a veces trágica, en otras con supuestos pasados llenos de dolor, en otras con relatos que provocan la lástima y, los más atrevidos, con narraciones de una vida de aventuras al servicio de una fuerza armada en el extranjero con el deseo de sentar cabeza.
Estos ciberdelincuentes contactan a mujeres enviándoles mensajes, al inicio, sin que se vea una intención romántica; sin embargo, a los pocos textos ya empiezan a mostrar el "profundo" amor que sienten por la víctima.
Aunado a ello, se lanzan entregando una promesa de amor, y, por qué no, también prometiéndoles que mejorarán su situación financiera, pues les dicen que dejarán los lugares donde están trayendo consigo dinero y lujos para compartir con el "objeto" de su amor.
Luego, le dicen a su víctima que le contarán secretos y una parte de ese secreto es que enviarán un valioso paquete que contiene joyas y hasta dinero, por lo que les piden la dirección.
Para que la víctima tome confianza, le dicen que dispongan de una parte del dinero para ellas, que vean una casa para comprarla y vivir, y también dónde invertir.
Pero aquí es donde se atora la carreta e inicia la fase difícil, pues el "enamorado" supuestamente envía el paquete con su valioso contenido, pero ¡oh, sorpresa!: se "atoró" en alguna aduana de India, China u otras, y para destrabarlo se debe pagar una cantidad en dólares.
El sujeto argumenta que como envió lo de valor, le dice a su "amada" que ella pague el dinero y le hace llegar imágenes que contienen presuntas etiquetas de embargo y el monto para sacarlo.
A veces puede ser de unos 400 dólares, pero hay otras que han pagado miles, con tal de salvar el "paquete" de su amor.
Cuando la víctima se da cuenta de lo que en verdad pasó, entonces empieza el dolor y la tristeza de saber que todo fue mentira.
Así que la próxima vez que reciba mensajes o solicitudes de amistad de personas que no conozca, que además le diga que es de países ricos, que tiene una vida de tragedia, y de paso le intentan tocar el corazón... ¡Póngase viva y pies en polvorosa!, pues no vaya a ser que además del corazón roto, también le dejen sin una buena "lanita" que bien le caería para consentirse.