Aunque en un inicio se pensó que el hombre enterraría su Bentley de alta gama para conducir con estilo en el más allá, su motivo fue otro
Por: Edel Osuna
Chiquinho Scarpa, acaudalado hombre de negocios, de los más poderosos y ricos de Brasil, tuvo la flamante idea de anunciar que enterraría su auto Bentley de un millón de dólares, porque en el más allá quería conducir con estilo.
El anuncio lo hizo con bombo y platillos ante medios de comunicación y por redes sociales, e invitó a presenciar el momento.
Sin embargo, el tipo tenía un plan debajo de la manga, que dio a conocer cuando el carro estaba a punto de ser sepultado.
Las redes y los medios estallaron, y criticaron la frivolidad de Chiquinho, pues consideraron extravagante el gesto, además de que dijeron estaba desperdiciando un bien tan preciado.
Pero cuando el auto estaba en la zanga, listo para que la tierra cubriera el millonario lujo, el hombre se dirigió a la prensa y dio a conocer el verdadero motivo de su acto.
En realidad, dijo Scarpa, con esa acción trataba de crear conciencia en torno a la donación de órganos.
"La gente me condena porque quería enterrar un Bentley de casi medio millón de dólares; de hecho, la mayoría de la gente entierra algo mucho más valioso que mi auto", expuso el excéntrico millonario.
Destacó que eran más valiosos "corazones, hígados, pulmones, ojos, riñones. Esto es absurdo. ¡Tanta gente esperando un trasplante y los entierran con sus órganos sanos que podrían salvar tantas vidas!".
¿QUIÉN ES CHIQUINHO SCARPA?
Es un conde millonario brasileño, habitual en las portadas de la prensa, pero más que por su habilidad en los negocios, por sus excentricidades.
Explicó que la idea de enterrar el carísimo auto le llegó cuando visitó Egipto, donde comprendió que era necesario que lo enterrase, pues quería disfrutarlo en el más allá.
Y aunque miles de personas se espantaron con la extravagante idea, pues debía donar el dinero para ayudar a los menos favorecidos, Scarpa afirmó que seguiría adelante con su idea, y publicó fotos en la que aparecía junto al auto en una zanja en su jardín, lista para enterrarlo.