Durante el periodo de asueto de Semana Santa y la semana de Pascua, los paseos, sitios recreativos y culturales del municipio de Cajeme fueron aprovechados en su mayoría por ciudadanos de la región sur de Sonora, que les dieron vida y contribuyeron a una importante derrama económica para los prestadores de servicio, manifestó Esteban Brajcich Roki.
El vicepresidente de Turismo de la Canaco Ciudad Obregón comentó que, a diferencia de otros años, los paseos rumbo a la presa Álvaro Obregón, el parque infantil y la laguna del Náinari tuvieron importante afluencia de personas, y en algunos sitios hubo eventos con grupos musicales incluidos.
Aunque sí hay personas que salen de la ciudad, quizá a lugares más turísticos como San Carlos, Álamos o el mismo Huatabampito --que estaba de moda en esta ocasión—y unos pocos que fueron de compras a Estados Unidos, la gran mayoría se quedó aprovechando lo que había en la localidad, agregó.
Esto ayudó a que hubiera derrama económica en la misma ciudad; "yo vi gente por todos lados, no atiborrado, pero sí vi mucha gente", afirmó el miembro de Canaco Ciudad Obregón.
Expresó que, con relación a los empresarios consultados al respecto, todos los comentarios fueron positivos en este aspecto, de que la asistencia de personas a los distintos lugares fue buena, y contribuyó a la economía de los negocios.
Otros destinos a nivel regional fueron el paredón Colorado, Cócorit –donde los museos y restaurantes tuvieron también buena afluencia--, además que hubo eventos culturales y artísticos, todo lo cual contribuyó a mejorar la economía de quienes participaron.
Mencionó que esto es bueno porque, en vez de ir a otra ciudad y producir derrama económica en otro lugar, al quedarse los ciudadanos en la localidad se apoya a la localidad.
Hay cosas que se pueden hacer, quizá sin la inversión de grandes recursos como es proyectar algunas mejoras en el sector de la calzada Francisco Villanueva para que sea mejor aprovechada; y un proyecto que tiene algún tiempo y que probablemente se retome próximamente, que es hacer peatonal la calle 5 de Febrero entre la Zaragoza y la Náinari, donde se instalen restaurantes y bares, entre otros negocios, que contribuyan a darle vida al centro histórico de la ciudad.