El hombre señaló que compró el espacio hace 37 años, pero al llegar al panteón el lugar ya tenía ocupante.
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
Enrique Rodríguez y su familia enfrentaron una situación que nunca se esperarían ya que, en el momento de sepultar a su esposa, descubrieron que la gaveta que habían adquirido en un panteón ubicado en Torreón, Coahuila, ya tenía ocupante.
De acuerdo con la información que compartió a Milenio Noticias, pese a que Rodríguez adquirió la gaveta en 1986, esta fue vendida a otra persona que ya había sepultado a un familiar allí.
La desesperación y frustración de Enrique lo llevaron a confrontar a los administradores del panteón, exigiendo que se respetara el contrato de compra que tenía desde hacía casi cuatro décadas.
QUÉ SUCEDIÓ
Enrique relata que la historia comenzó cuando su esposa falleció en la Clínica 16 del IMSS el pasado jueves 26 de octubre.
Tras realizar los trámites funerarios, donde pagó por un servicio que ya había liquidado previamente, se dispuso a llevar a cabo el sepelio en el Panteón anteriormente mencionado.
Sin embargo, a las 13:00 horas, el momento programado para el entierro, se encontraron con un obstáculo inesperado.
Uno de los empleados del panteón les informó que no podían sepultar a su esposa en la gaveta adquirida, ya que pertenecía a otro usuario, lo que desencadenó un acalorado enfrentamiento entre Enrique y los empleados del panteón, que duró más de tres horas.
En un intento de presionar a las autoridades, Enrique y sus familiares señaló que bloqueo las puertas del panteón exigiendo la intervención de los directivos del lugar.
La situación llevó a la llegada de agentes de la Policía Municipal y miembros de la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General de Coahuila, quienes intentaron mediar entre las partes para encontrar una solución civil.
Finalmente, los directivos del panteón acordaron devolver los 26 mil pesos que Enrique había pagado por el servicio y ofrecer un nuevo lote de cuatro gavetas en otra área del panteón.
Fue hasta las 17:00 horas cuando la esposa de Enrique pudo ser sepultada. Sin embargo, el hombre planea continuar con una demanda civil y penal por fraude y daño moral como consecuencia de este incidente.
