En la era de las tendencias virales, donde TikTok impone modas tan efímeras como extravagantes, una práctica nacida en Europa ha comenzado a llamar la atención y a generar polémica en distintos países.
Se trata del Hobby Dogging, una dinámica que consiste en salir a la calle a pasear a un "perro invisible", usando únicamente una correa o arnés vacío y actuando como si se tratara de una mascota real.
¿EN QUÉ CONSISTE EL HOBBY DOGGING?
La escena, que para muchos resulta desconcertante, se ha vuelto cada vez más común en parques, avenidas y espacios públicos de ciudades europeas, especialmente en Alemania, donde surgió esta moda que ahora acumula millones de reproducciones en TikTok e Instagram.
La dinámica es sencilla pero cargada de creatividad y humor: los participantes salen a caminar con una correa en la mano, simulan darle órdenes a su perro imaginario, se detienen para que "haga sus necesidades" e incluso fingen recoger desechos con bolsas plásticas. Algunos van más allá y saludan a otros "dueños", corrigen el comportamiento del animal invisible o simulan que se les escapa.
Esta tendencia recuerda al Hobby Horsing, una práctica popular en países nórdicos donde personas, principalmente jóvenes, compiten en disciplinas ecuestres utilizando caballos de juguete. En el caso del Hobby Dogging, la simulación se traslada a la vida cotidiana y al espacio urbano.
El fenómeno ha ganado popularidad por su mezcla de surrealismo, humor y ruptura con lo convencional. En redes sociales, los videos suelen provocar risas, incredulidad y debates encendidos sobre los límites de las modas digitales. Para algunos usuarios, se trata simplemente de una broma colectiva; para otros, de una forma legítima de expresión personal.
LOS ARGUMENTOS DE QUIENES LO PRACTICAN
Quienes defienden el Hobby Dogging aseguran que la actividad tiene beneficios reales y se sostiene en tres pilares principales:
- Salud mental y bienestar: personas que enfrentan soledad, ansiedad social o depresión encuentran en esta práctica una motivación para salir de casa, establecer rutinas y socializar sin la presión que implica cuidar a un animal real.
- Ejercicio físico: simular el paseo fomenta la actividad física y ayuda a combatir el sedentarismo, especialmente en entornos urbanos.
- Sustitución responsable: amantes de los animales que no pueden tener mascotas por falta de recursos o restricciones de vivienda ven en esta simulación una alternativa emocional sin afectar el bienestar de un ser vivo.
Más allá de las opiniones encontradas, el Hobby Dogging sigue ganando terreno como una nueva forma de expresión urbana que desafía las nociones tradicionales de normalidad y evidencia cómo las tendencias digitales continúan transformando la manera en que las personas interactúan con el espacio público.




