El embarazo psicológico, es un fenómeno común en perras que, aunque no están embarazadas, presentan signos físicos y conductuales similares a los de una gestación real.
Este proceso ocurre debido a fluctuaciones hormonales que suceden después del celo, especialmente cuando la perra no ha quedado preñada.
Según la veterinaria especialista en comportamiento animal, la Dra. Andrea Silva, "La pseudogestación se relaciona con los niveles elevados de progesterona y prolactina, hormonas que preparan al cuerpo para la maternidad, generando síntomas que pueden confundir hasta a los dueños"
SÍNTOMAS DEL EMBARAZO PSICOLÓGICO
Entre los síntomas más visibles se encuentran la inflamación y secreción en las glándulas mamarias, acompañadas de la producción de leche. Además, muchas perras desarrollan conductas maternas como buscar un lugar tranquilo para anidar o proteger objetos como si fueran cachorros, lo que refleja un instinto maternal muy marcado.
También pueden observarse cambios en el apetito y estado de ánimo, que van desde letargo hasta irritabilidad, lo que indica la fuerte influencia hormonal en su comportamiento.

¿QUÉ HACER CUANDO SE PRESENTA UNA SITUACIÓN ASÍ?
Es importante para los dueños reconocer estos signos para evitar preocupaciones innecesarias. La Clínica Veterinaria de la Universidad Autónoma de México señala que aunque el parto psicológico no suele ser peligroso, puede generar incomodidad en la perra y en casos extremos provocar mastitis o inflamación mamaria, requiriendo atención profesional.
Para ayudar a la mascota, se recomienda mantenerla activa y distraída y evitar refuerce conductas de anidación.
Consultar a un veterinario es fundamental si los síntomas son intensos o recurrentes para descartar otras condiciones y valorar tratamientos adecuados.
