En las tierras cálidas de la región Yaqui y en el municipio de Álamos, Sonora, crece un árbol que guarda un fruto tan humilde como poderoso, la uvalama, también conocida como igualama o hualamo, cuyo nombre científico es Vitex mollis.
Este árbol caducifolio, perteneciente a la familia de las lamiáceas, ha sido parte fundamental de la medicina y gastronomía tradicional del pueblo yaqui durante generaciones.
DULCE TRADICIONAL YAQUI COMO REMEDIO NATURAL
La uvalama es un fruto pequeño, de color oscuro entre café y negro y sabor agridulce. Su presencia es fácilmente identificable por su peculiar aroma, perceptible al pasar cerca del árbol cuando da fruto. Más allá de su sabor, lo que ha hecho de la uvalama un recurso valioso en la cultura yaqui son sus propiedades medicinales.
Diversos pobladores de la región coinciden en que este fruto posee efectos antiinflamatorios y antioxidantes, lo que ha llevado a su uso como remedio natural para afecciones digestivas, tónico para el rejuvenecimiento de la piel e incluso, en algunos casos, como apoyo en tratamientos alternativos contra ciertos tipos de cáncer.
PROCESO DE LA UVALAMA PARA REMEDIO NATURAL
En Álamos, Sonora, la uvalama se utiliza en la preparación de conservas. El proceso tradicional consiste en cocerla, remojarla en agua, agregar azúcar y hervirla hasta obtener una mezcla espesa y dulce. También puede consumirse en infusión como té o comerse directamente del árbol, aprovechando su sabor y sus beneficios para la salud.
Este fruto, esta cargado de historia y simbolismo para las comunidades indígenas de la región, representa un ejemplo más del vasto conocimiento ancestral sobre la naturaleza y sus propiedades curativas.
Aunque no es común en otras partes del país, la uvalama mantiene su lugar en la cultura yaqui como un símbolo de sabiduría tradicional, resistencia cultural y vínculo con la tierra.
