México es tan diverso que puedes elegir entre escapar del frío o abrazarlo por completo. Hay destinos donde la nieve cubre los bosques, otros donde los volcanes se visten de blanco y algunos donde el sol te hace olvidar que es diciembre.
Bosques de Monterreal— Coahuila
La única estación de esquí en México. A solo 45 minutos de Saltillo, Monterreal ofrece paisajes que no le piden nada a los Alpes Suizos. Puedes esquiar, hacer senderismo, rappel, tirolesa o simplemente rentar una cabaña con chimenea y tomar chocolate caliente mientras la nieve cae afuera. Las temperaturas pueden descender hasta -2°C, así que lleva ropa térmica y prepárate para un invierno real.

Nevado de Toluca — Estado de México
El cuarto pico más alto del país, con 4,680 metros de altura. En enero y febrero suele cubrirse de nieve, y sus lagunas del Sol y la Luna crean un paisaje casi lunar. Puedes hacer senderismo, alpinismo o simplemente subir hasta donde el cuerpo aguante para tomar fotos épicas.
Las temperaturas pueden llegar a -5°C, así que evita ir en tenis. Lleva guantes, gorro y ropa impermeable.

San Cristóbal de Las Casas — Chiapas
A más de 2,100 metros sobre el nivel del mar, este destino mantiene un clima fresco todo el año, pero en invierno la neblina y el frío lo vuelven aún más mágico. Recorre sus calles empedradas, visita el Templo de Santo Domingo, entra a sus museos (del Ámbar, del Jade, de la Medicina Maya) y prueba la comida local en sus mercados.
Cerca puedes visitar el Parque Ecoturístico El Arcotete o las Cascadas El Chiflón.

Creel y Batopilas — Chihuahua
Las Barrancas del Cobre en invierno son una experiencia única. Creel, Pueblo Mágico rodeado de la Sierra Tarahumara, luce como un pueblo sacado de un cuento cuando nieva. Desde ahí puedes llegar a Batopilas, un tesoro enclavado entre barrancas, donde la temperatura ronda los 2°C.
Una de las mejores formas de disfrutar el invierno en la zona es viajar en el Chepe Express y admirar los paisajes nevados desde el tren.

Arroyo Guacamaya — Oaxaca
A una hora de Oaxaca capital, este destino ecoturístico a más de 2,600 metros de altura ofrece cascadas, arroyos, senderos, granja de truchas y temazcales. Ideal si quieres frío sin nieve, actividades al aire libre y gastronomía oaxaqueña de primera.
Puedes visitarlo en un día o quedarte en sus cabañas para vivir la experiencia completa.





