La comunidad del cosplay se une tras la muerte de Squidkid, joven creadora de 19 años

Su legado permanecerá en la comunidad que tanto amó, a través de quienes siguen inspirándose en su creatividad y calidez humana

La comunidad del cosplay se une tras la muerte de Squidkid, joven creadora de 19 años

La comunidad del cosplay atraviesa un momento de profundo dolor tras confirmarse la muerte de Squidkid, conocida como Ash, una joven de 19 años cuyo talento y entusiasmo habían dejado huella entre seguidores y colegas.

UN CASO QUE EXPONE LOS EFECTOS DEL ACOSO EN LÍNEA

Diversos miembros de las comunidades de cosplay y anime han señalado que la joven enfrentó un constante acoso en redes sociales. Según estos testimonios, Ash recibía ataques relacionados con su tono de piel y su apariencia, comentarios que afectaron su bienestar emocional mientras ya lidiaba con un proceso de depresión. Este entorno hostil en línea habría sido un factor que contribuyó a este trágico desenlace, generando una reflexión colectiva sobre la urgencia de frenar la violencia digital.

UN MENSAJE QUE CONMOCIONÓ A SUS SEGUIDORES

El anuncio de su fallecimiento se dio a conocer mediante un comunicado en la cuenta oficial de Instagram de la cosplayer. En él, sus seres queridos describieron a Ashley como una joven apasionada que dedicó siete años al cosplay, una actividad que disfrutaba no solo por la creatividad, sino por las conexiones personales que le permitía crear.

De acuerdo con el comunicado, Ash valoraba profundamente la interacción con sus seguidores: conversar con ellos en redes, encontrarlos en eventos, convivir en clubes universitarios o compartir sesiones fotográficas. Para ella, el cosplay era un espacio lleno de magia, color y comunidad, un refugio donde podía expresarse libremente.

UN LLAMADO A LA EMPATÍA DENTRO Y FUERA DEL FANDOM

La noticia ha generado una ola de mensajes de solidaridad, recuerdos y reflexiones sobre la responsabilidad colectiva en los espacios digitales. Fans, amigos y artistas han compartido historias sobre la alegría y energía que Ash transmitía, así como la importancia de construir comunidades más seguras, empáticas y respetuosas.

El caso de Squidkid recuerda la importancia de cuidar la salud emocional, denunciar el acoso y acompañar a quienes puedan estar atravesando momentos difíciles. Su legado permanecerá en la comunidad que tanto amó, a través de quienes siguen inspirándose en su creatividad y calidez humana.